Reportes, Venezuela

“Sé que a los hijos no se les puede exigir nada, ¿Cómo hago? Yo sola, no puedo”

Reporte Proiuris

Voces de los que se quedaron | Regiones

En este seriado Proiuris busca mostrar la realidad de las mujeres que se quedaron en Venezuela, cuáles son sus cargas actuales y cómo la migración forzada de sus familiar ha incrementado exponenciales el peso de sus obligaciones cotidianas, e incluso de su estabilidad física y mental. Un grupo de investigadores se trasladó a la región centro occidental de Venezuela y visitó los hogares de mujeres en las ciudades de Barquisimeto, Valencia y Maracay. Todo con el fin de documentar y mostrar sus historias de vida

Mariela Landaeta vive sola en Barquisimeto estado Lara. En el sector Los Crepúsculos, municipio Iribarren. Tiene 65 años, desde hace aproximadamente 10 años está jubilada. Un accidente de tránsito, que le dejó una lesión permanente en su pierna izquierda apresuró este proceso. Trabajaba en el sector público, hoy recibe dos pensiones: una por vejez y otra por la lesión de su pierna. En total suman alrededor de USD 10 mensuales, su único ingreso económico formal.

La lección de su pierna le dificulta el anda. Tienen además permanente dolor. Ambas cosas se evidencian al interactuar con ella, una vecina se encargó de abrirnos la puerta de la calle y guiarnos hasta la resiliencia de Mariela. Al verla se percibe que tiene un gesto de dolor en el rostro, al moverse, al sentarse en definitiva al hacer cualquier movimiento.

Mariela trabajo por años en el sector público, hasta que una lesión en su pierna izquierda acelero el retiro. Mientras trabajaba fue capaz de suplir sus necesidades. Desde hace unos 5 años su pensión es insuficiente para cubrir sus requerimientos básicas.  Fotos: Proiuris

En los últimos dos años dos de sus hijos se vieron forzados a migrar. La tercera tiene su propia familia y la auxilia cada vez que puede. Cuando vivían todos en Barquisimeto las cargas se repartían, vivía con su hijo quien la ayudaba en el día a día y contaba con la alternabilidad de las otras dos para salir al médico o de compras.

Mariela necesita ayuda para desenvolverse en su día a día. No debe subir escaleras, estar mucho tiempo de pie ni sentada. Hacer sus cosas cotidianas lo ha tenido que ir solventado sola, desde que la migración forzada la dejo con el apoyo de una sola hija, quien además tienen sus propias responsabilidades en su núcleo familiar y no le puede prestar un acompañamiento constante.

Son los vecinos los salen al auxilio. De necesitar comprar algo fuera de la rutina debe pedirles ayuda. Son ellos los que la ayudan a salir o a entrar. Abren la puerta sin llega alguna visita. Ellos se han convertido en su apoyo desde que vive sola.

La ausencia de sus hijos y la manera abrupta como migraron representa un carga emocional para Mariela. Fotos: Proiuris

Los hijos forzados a migrar apoyan económicamente. Pero hacen falta física y emocionalmente

Mariela reconoce que depende económicamente de sus hijos. Algo que nunca había experimentado ya que siempre fue una mujer trabajadora e independiente. Menos esperaba que le ocurriera en su vejez. Sus hijos se alternan para enviar dinero mensual y cubren las emergencias médicas.

Extraña verlo y ve muy difícil un rencuentro. De hecho, emocionalmente se quiebra al hablar de ellos y lo que le toca vivir. Entiende la dimensión natural del “abandono del nido”, pero en este caso siente que fue violento y en sus condiciones se traduce en soledad.

No lo expresa abiertamente. Pero su dinámica se vio alterada por la partida abrupta de sus hijos. En su condición requiere ayuda para hacer tareas bastante sencillas, ayuda que se distribuía entre sus tres hijos y era más llevadero. Hoy ella asume, con dificultad esas tareas o con resignación simplemente no las hace.

Emocionalmente también hay una peso. La tristeza y la desesperanza se apoderan de ella en muchos momentos. Ve imposible el regreso de sus hijos e incluso ve complicada la idea de poderlos ir a visitar. Los costos de los traslados al extranjero y las limitaciones de visados lo vuelven a sus ojos cuesta arriba.

El equipo de Proiuris pudo constatar las dificultades en el acceso a servicios básicos del sector Los Crepúsculos, municipio Iribarren.  También las dificultades en la comunicación, por fallas en el servicio de telefonía móvil en la zona. Fotos: Proiuris

En total orfandad estatal

El Estado Venezolano invisibiliza los casos como el de Mariela por la falta de políticas públicas, quien se encuentra en situación de vulnerabilidad al ser una mujer mayor en condición de discapacidad. El abandono lo vemos en varias dimensiones. Es incapaz de cubrir sus gastos de básicos para tener una vida dignalos cuales están muy por debajo de los requeridos para satisfacer sus necesidades básicas.

En cuanto a salud el sistema público está en un auténtico abandono. “Las veces que he acudió a algún dispensario por un asunto menor no he podido ser atendida, no hay la capacidad humana ni física para atenderte”.

Han intentado hacer chequeos en su pierna para aliviar el dolor o mejorar la movilidad sin éxito. “En el hospital me vio un especialista y me dijo que era poco lo que podía hacer, con un doctor privado me chequeo. Pero ni sueño en operarme o hacer algún tratamiento para mejorar, estas operaciones son muy costosas”.

De los servicios públicos las fallas son generalizadas. Con acceso al servicio de agua dos veces a la semana, debe con dificultad almacenar en envases improvisados para usar el resto de los días. Las fallas eléctricas son constantes y al menos una vez a la semana están sin servicio por unas dos horas. Además, el gas butano debe ir particularmente con los contenedores a recargar, tarea titánica para Marlene quien debe recurrir a terceros para cumplirla.

Las cargas de Mariela, una mujer mayor en condición de discapacidad que ha quedado a merced del abandono estatal, se han visto aumentadas también gracias a la migración forzada de sus hijos. Por un lado por el ámbito logístico, ella requiere una ayuda constante que ellos ya no pueden darle por la distancia física. Por otro, la carga emocional de la manera abrupta de la partida, así como la imposibilidad de reunificación al mediano plazo.

Fotos: Proiuris

Barquisimeto es la capital del estado Lara, ubicada en la zona centro occidental de Venezuela. A unos 370 Km de Caracas la capital de Venezuela, es la cuarta ciudad más poblada de la nación después de la capital, Maracaibo y Valencia y la primera del estado Lara. La ubicación geográfica dentro de Venezuela, le permite ser una confluencia de vías terrestres entre las regiones central y occidente, con los llanos occidentales y el sur, con el eje costero al norte, con los andes al oeste y con el Zulia, región petrolera al noroeste.

Los datos y opiniones contemplados en este reporte fueron recabados por investigadores de Proiuris de manera directa en diversas entrevistas con las fuentes mencionadas. Se reserva el derecho al anonimato para resguardar la identidad de las fuentes.

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