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Abdul “sembró” su Jardín de Sabores en Cúcuta

Este migrante venezolano emprendió en Colombia con su línea de postres saludables, luego de huir de la crisis humanitaria venezolana

Reporte Proiuris

Documentación directa

En Colombia, tres de cada 10 personas tienen diabetes y el 56,4 de la población joven y adulta presenta exceso de peso, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud. Por ende, las principales recomendaciones de nutricionistas suelen ser ajustar los hábitos alimenticios, reduciendo la ingesta de ultra procesados, aumentando el consumo de frutas y vegetales y practicando actividad física.

Bajo este panorama, Abdul Muhamad y Ana Quiroz, esposos, socios y migrantes venezolanos residentes en Cúcuta, se inspiraron en una idea de negocios para complacer paladares sin causar remordimiento entre los comensales, a principios del 2019.

Jardín de Sabores es una empresa de repostería dedicada a la preparación de postres libres de azúcar, gluten y lactosa, “especiales para todas aquellas personas que quieren cuidarse y llevar un estilo de vida saludable”, comenta el fundador de este emprendimiento.

Cuando iniciaron, ambos pusieron sus sueños en las manos de Dios. Día a día, sin desmotivarse, trabajaron para que su idea de negocios se transformara en una empresa productiva y querida dentro de Cúcuta.

Con una variedad de postres saludables, buscan impactar positivamente y promover la alimentación libre de culpas, “bocados de salud en cada postre”, como su eslogan lo indica.

Actualmente tienen punto de venta en su residencia y realizan domicilios a Cúcuta y los municipios vecinos como Los Patios y Villa del Rosario.

Abdul y su equipo han participado en múltiples ferias gastronómicas en Cúcuta

Cerrar empresa en Venezuela y comenzar de cero en Colombia

Abdul nació en Barquisimeto en una familia migrante. Su mamá colombiana y su padre palestino, por lo que la variedad de platos y acentos fue una constante durante sus primeros años de vida.

Como la mayoría de los 7 millones de venezolanos que han abandonado el país, Abdul no tenía en planes migrar. Su empresa de mantenimiento de cocinas industriales era productiva y todo parecía marchar bien en sus planes de vida.

Pero la situación se fue complejizando, los clientes mermando y cada vez era más difícil abastecer su empresa. Cúcuta, la tierra de sus parientes maternos, apareció como opción en abril del 2018. Otra de las razones de su salida forzada fue la dificultad para encontrar alimentos y el desabastecimiento generalizado.

Con su esposa y su segunda hija tomó maletas y decidió establecerse en la llamada perla del norte. Día a día fue relacionándose con personas que tuvieran su mismo propósito y, por su puesto, el don del servicio y la colaboración.

“El hambre, la angustia, las deudas, la desesperación te lleva hacer cosas que no creías harías, pero todo es parte de un plan perfecto del creador para nuestras vidas, pero como todo plan de Dios tiene un propósito que transforma tu vida, no lo descubres hasta que logras abrir tu corazón a todo lo que Dios quiere para tu vida”, reflexiona Abdul, de 49 años.

Una de sus creaciones: torta desnuda, de vainilla y rellena de crema pastelera y trozos de frutas, decorada con fresas, manzanas y kiwi.

Abdul y su constante búsqueda de oportunidades

Abdul es un hombre de fe y así lo resume: “Muchas personas dirán que todo este crecimiento ha sido por suerte. Particularmente no creo en la suerte, pero sí en la preparación. Lo quiero resumir en una frase de la biblia, trillado para muchos, pero con un profundo mensaje de la hermosa promesa del creador ‘El Señor es mi pastor y nada me faltará”.

Expertos indican que, para que la integración de la población migrante venezolana se traduzca en desarrollo sostenible, se debe involucrar activamente al sector privado, que aún identifica falencias en términos de la información sobre las medidas de integración y otras barreras para la contratación.

Eso es lo que precisamente múltiples empresas privadas están realizando. En el caso de Abdul, ha tenido la oportunidad de participar en diferentes convocatorias para “sembrar” su Jardín de Sabores en Cúcuta. En el 2019 fue uno de los emprendedores seleccionados del programa Cúcuta Incluyente, Emprendedora y Solidaria, que Usaid y ACDI/VOCA impulsó con la Cámara de Comercio de Cúcuta y la Universidad Simón Bolívar.

«Nos formaron en la metodología ‘Decido Ser’, que permite a las personas desarrollar herramientas psicosociales con un enfoque reconciliador. Recibimos orientación de instructores financieros y de negocios; así como apoyo en implementos para nuestro proyecto”.

También recibió fortalecimiento del fondo Emprender, del Servicio Nacional de Aprendizaje en Colombia (SENA).

En el 2021 Abdul fue elegido para participar en el programa Ideadores, liderado por la Alcaldía de Cúcuta, a través de la Secretaría del Banco del Progreso. Actualmente recibe apoyo para el diseño inicial de una aplicación, la producción profesional de videos, así como también asesoría para crear su plan de negocio.

En agosto pasado Jardín de Colores estuvo presente en “Mítico, tour gastronómico”, liderado por la Cámara de Comercio de Cúcuta, un evento que reunió a diferentes iniciativas del sector en la Biblioteca Pública de Cúcuta.

Abdul es uno de los finalistas del programa Ideadores, de la Alcaldía de Cúcuta

Migrantes enfrentan barreras para emprender en Colombia

Aunque Abdul es testimonio de aquellos migrantes que con perseverancia y trabajo han encontrado apoyo en su camino para iniciar una vida productiva y financiera; la realidad es que integrarse al sistema financiero y crediticio colombiano es uno de los más grandes obstáculos financieros que enfrentan los migrantes venezolanos.

Tan solo unas 46 mil personas (0,32 %) que tienen Permiso por Protección Temporal (PPT) ha dado apertura a un producto financiero, y un porcentaje todavía más bajo, corresponde a crédito; de acuerdo con datos de las Superintendencia Financiera.

De la misma manera, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), en la encuesta de pulso de la migración, subrayó que “la más grande dificultad para iniciar un negocio reportada por la población venezolana fue la obtención de un crédito formal”.

En la administración del expresidente Iván Duque se adelantaron algunas acciones para promover la integración socioeconómica de los migrantes, como la ley de emprendimiento con enfoque inclusivo, para incentivar la participación de la población venezolana regularizada; así como la puesta en marcha del programa de emprendimiento social con iNNpulsa Colombia, con el fin de identificar y ejecutar soluciones innovadoras y creativas dirigidas a la generación de ingresos de población migrante y presentadas por parte del sector privado.

Pero con el cambio de gobierno, ahora a cargo del líder de izquierda Gustavo Petro, el tema migratorio ha pasado a un segundo plano. Todavía no hay claridades sobre las acciones concretas de atención de la población migrante. El Observatorio Venezolano de la Universidad del Rosario, en su reciente informe, expuso que la política migratoria en Colombia ahora se está desarrollando en un segundo plano. “El tamaño del reto que representa integrar a más de 2,4 millones de venezolanos, equivalente a alrededor del 5% de la población nacional, no admite más demoras”, se lee en el informe.

 

Alternativas vigentes para apoyo al emprendimiento migrante

El Consejo Nacional de Política Económica y Social, un organismo asesor del gobierno colombiano en lo que respecta al desarrollo económico y social del país, adelantó en su documento Conpes 4100, que Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, implementará rutas de emprendimiento a nivel nacional para promover y fortalecer emprendimientos liderados por población migrante venezolana con enfoque diferencial, entre 2022 y 2025.

“A su vez, promoverá la realización de ejercicios de caracterización social y económica de la 95 población migrante venezolana y los emprendimientos que estos lideran con el fin de facilitar el diseño y/o ajustes de programas de apoyo al emprendimiento en las vigencias 2022 y 2023”, añade la estrategia

Aunque todavía la lista de obstáculos es notoria para los migrantes con vocación de emprendimiento, existe una serie de caminos abiertos y gratuitos para encontrar orientación, acompañamiento y hasta capital semilla en Colombia.

En los centros Intégrate, ubicados en las principales ciudades de Colombia, hay profesionales especializados para brindar orientación en rutas de empleabilidad y emprendimiento, de manera gratuita.

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) a través de múltiples proyectos y organizaciones implementadoras en territorio, apoya a la población migrante, retornada, desplazada y de acogida, con programas de emprendimiento.

Por otro lado, la Cámara de Comercio de Bogotá tiene abierta la convocatoria para la III versión del Programa de Migración Productiva, que busca acompañar y fortalecer las empresas de migrantes venezolanos a través de un modelo de intervención integral de entrenamiento intensivo, intervención psico-cultural, alfabetización y acceso al ecosistema financiero, apoyo en el proceso comercial y la digitalización de las unidades productivas con el que llevarás tu negocio al siguiente nivel. Esta convocatoria está abierta hasta el próximo 31 de octubre.

Los datos y opiniones contemplados en este reporte fueron recabados por investigadores de Proiuris de manera directa en diversas entrevistas con las fuentes mencionadas. Se reserva el derecho al anonimato para resguardar la identidad de las fuentes.

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