Colombia, Reportes

La gastronomía les abrió el camino a 2 migrantes venezolanos en Cúcuta

Reporte Proiuris

Documentación Directa 

Empujada por la crisis económica y social de Venezuela, Mariluz Sánchez llegó el 2 de abril del 2017 a Cúcuta en búsqueda de nuevas oportunidades y con la meta de integrarse a la vida productiva de Colombia.

Esta ciudad fronteriza que se caracteriza por el dinamismo de su comercio sorprendió a esta migrante por la abundancia de productos y servicios. “Cúcuta me sonrió porque encontré cosas muy familiares aquí. Yo en Venezuela me dediqué 15 años a un emprendimiento propio, por eso nunca tuve miedo de intentar emprender aquí también”.

Mariluz tiene dos carreras. Es administradora y docente, pero en la capital nortesantandereana comenzó de cero, al igual que sus otros 2,4 millones de paisanos, que huyeron hacía Colombia escapando de la crisis, la inseguridad y el hambre.

Su familia también está dividida. Tiene tres hijos, la mayor en Venezuela, el del medio está en Chile y en Cúcuta tiene a la menor, que estudia en la universidad. “Emocionalmente ha sido fuerte. Hay días que me siento triste, con añoranza, pero eso nos da la fuerza para seguir adelante”.

Sobre sus primeros pasos en Cúcuta, cuenta que comenzó vendiendo arepas y café en Cenabastos (la central de alimentos de Cúcuta). La vida le fue dando oportunidades, mientras aprendía de los gustos y diferencias cuando de comida se trata. Ahora, ya es toda una emprendedora, que tiene negocio propio.

Foto: Proiuris

“La Doña”, el restaurante que saca adelante Mariluz

En el 2020 esta venezolana formalizó su restaurante en la Cámara de Comercio de Cúcuta. Este proceso fue posible gracias a un fortalecimiento que recibió de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Corprodinco.

La gastronomía le abrió el camino a Mariluz en Cúcuta. “Nos dieron formación, apoyo y maquinaría. Se trata de ONGs que trabajan en Cúcuta y los migrantes y retornados tenemos a disposición. Sí es cierto que hay instituciones que se ocupan que la integración de los migrantes en Colombia sea efectiva”, ratifica la emprendedora.

Con este apoyo, ella, junto con su esposo, hermana y un amigo, abrió La Doña, en el que ofrece almuerzos ejecutivos para los visitantes y habitantes del barrio Guaimaral, en Cúcuta.

En temas de gastronomía, cuenta que: “Las formas de algunas comidas son diferentes, por ejemplo al picar las verduras. En Cúcuta se come lo mismo que en Venezuela, pero se prepara y se adereza de otra forma. En el almuerzo debe haber principio (entrada), que siempre son sopas con algún grano. El agua de panela tampoco falta”.

Su consejo para el resto de compatriotas es llegar con apertura y ganas de aprender. “Venimos a construir en Colombia y hay que ser muy abierto y observar de cerca cómo se mueve esta ciudad. Hay muchas cosas por delante positivas”.

Los esposos Camacho Gallego le apostaron a la panadería

Los esposos Katrin Gallego, de 30 y Dany Camacho, 33, nunca han parado de trabajar desde que están en Cúcuta. Dany fue el primero de escapar en Venezuela, en el 2015, debido a que se quedó sin empleo.

 Innovar en panadería y pastelería. Pasaron de productos lácteos. Suinistra las ideas y proveedor de todo lo que tenemos: la vida, la familia, todo lo que somos

“Cuando llegué empecé a trabajar como vigilante. Duré dos meses trabajando de 12 a 6 de la mañana. Por la tarde trabajaba en una cocina y como ayudante lavando carros”.

Más de 16 horas al día fueron necesarios para que Camacho pudiera traerse a su esposa y dos hijos a la capital de Norte de Santander; mientras seguía escalando peldaños en el restaurante.

Lo que inició como limpieza, pasó a estar a cargo de la elaboración de las arepas, ayudante de plancha y luego, en otro restaurante, consiguió el cargo de jefe de cocina.

En aquel momento, 2019, Dany y Katrin estaban determinados a emprender. Por eso adquirieron unos carros de chicha y empezaron a vender esta bebida cremosa, emblemática de Venezuela, en dos colegios de Cúcuta. Todo iba muy bien, pero en el 2020, la historia cambió con la llegada del COVID-19.

“Nos fuimos a la quiebra, ya que al no haber clases y tener restricciones de movilidad, era imposible vender los productos. Quedaron 4 personas sin empleo”, recordó el migrante proveniente de Valencia, estado Carabobo.

Foto: Proiuris

Un nuevo capítulo inició con ‘Jireh Cake’

La pareja, que predica la religión cristiana, no se amilanó. Al contrario, buscó la forma de reinventarse. La gastronomía les volvió a abrir el camino a estos venezolanos en Cúcuta, a través de panes y postres.

Nombraron a su nuevo emprendimiento como Jireh Cake, que traduce Jehová es mi proveedor. “La panadería y pastelería llegó a nuestras vidas. Dios nos dio la sabiduría y hemos avanzado en este proyecto”, complementa Katrin.

Según confirman los esposos, a los cucuteños les ha gustado sus productos, debido a la variedad que ofrecen: pan salado, pan campesino, pan de jamón tradicional, bombas, pan piñita, milhojas, golfeados, Rolls de canela, torta tres leches, pan de guayaba, pan de arequipe, pan de frutas. Postres, tortas personalizadas.

Al igual que Mariluz, esta pareja recibió apoyo de la OIM, USAID y Corprodinco, en un programa de emprendimiento para migrantes, retornados colombianos y población de acogida, que se desarrollo por 12 meses, entre finales del 2020 y 2021.

“Nos ofrecieron capacitaciones. En diciembre del 2020 nos dieron un capital semilla y pudimos comprar las maquinas, batidora, horno. Esa Navidad preparamos y vendimos 100 panes de jamón”.

A ambos les brota el agradecimiento por Cúcuta, “porque nos ha abierto las puertas, nos ha acogido como familia”. Ellos han sentido ese apoyo y están seguros que con amor y mucha constancia, cada día están más cerca de ese futuro soñado: abrir su propio local y adquirir una casa propia.

 

Foto: Gerencia de Fronteras

Integración socioeconómica de los migrantes en Colombia

El Consejo Nacional de Política Económica y Social de Colombia, que es la máxima autoridad de planeación, a través del documento CONPES 4100 publicó el 11 de julio del 22, el documento que recoge la estrategia para la integración de la población migrante venezolana como un factor de desarrollo para Colombia.

En esta guía, que traza la ruta en política migratoria a 10 años, se establecen varios puntos de acción en términos de generación de medios de vida e inserción al mercado laboral formal de aquellos y aquellas migrantes que se encuentren en situación migratoria regular; es decir, tengan su Permiso por Protección Temporal (PPT), un documento que tiene una validez de 10 años contados a partir del 28 de mayo del 2021.

Una de las acciones a mediano plazo, según recoge el CONPES, es que el Ministerio de Hacienda y Crédito Público ¡a través de la Banca de Oportunidades de Bancóldex desde el 2022 hasta el 2025, desarrollará un programa que promueva la inclusión y educación financiera en municipios del país con mayor concentración de población migrante venezolana con estatus regular o en proceso, colombianos retornados y comunidades receptoras, para lo cual adelantará la convocatoria, desarrollará la caracterización del programa y posteriormente su implementación”.

Otro de los caminos que tienen los migrantes para recibir orientación y información sobre las rutas de empleabilidad y emprendimiento, son los Centros de Integración creados por la Gerencia de Fronteras y cofinanciados por la cooperación internacional. Se conocen con el nombre de Intégrate y hasta la fecha, se han abierto tres a nivel nacional: Cúcuta, Bucaramanga y Medellín.

Recientemente, Lucas Gómez, gerente de fronteras, declaró que estos lugares no son centros que prestan asistencia humanitaria, sino que los conectan con toda la oferta nacional en temas de integración y desarrollo económico.

“En estos centros, los migrantes van a poder recibir la oferta que estamos montando de servicios culturales, laborales y empresariales; por ejemplo, estructuras de emprendimiento, empleabilidad, ofertas del Sena y más”, indicó en una entrevista al diario El Tiempo.

Visitar estos espacios es completamente gratuito. Acá los datos de cada uno:

Cúcuta

Dirección: Segundo piso del Centro Comercial Las Mercedes. Calle 5A con avenida 7, centro de Cúcuta.

Horario: Lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 3:00 p.m.

La atención se brinda por orden de llegada.

Bucaramanga

Dirección: Centro Cultural del Oriente, Carrera 19 N° 31-65, Bucaramanga,

Horario: Lunes a viernes, de 7:30 a.m. a 12:00 m. y de 1:00 p.m. a 4:00 p.m

Medellín:

Dirección: Calle 59 #45-53, barrio Los Ángeles, diagonal al Teatro El Águila Descalza

Horario: Lunes a viernes, de 7:30 a.m. a 4:30 p.m.

Los datos y opiniones contemplados en este reporte fueron recabados por investigadores de Proiuris de manera directa en diversas entrevistas con las fuentes mencionadas. Se reserva el derecho al anonimato para resguardar la identidad de las fuentes.

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