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‘La persecución en contra de mi familia y mi persona me hizo salir del país’

Reporte Proiuris

Documentación Directa

La juventud de Oriana José se desarrolló en medio de protestas, marchas, represión y amenazas. Su posición política e ideológica era un pecado en su hoy anhelado estado Monagas. La presión sobre ella y su familia llegó a un punto de quiebre cuando empezaron los mensajes de amedrentamiento.

“Las causas por las cuales salí de Venezuela fueron cien por ciento políticas. Yo era activista del Partido Voluntad Popular en el estado Monagas y era también estudiante. La represión contra los estudiantes activistas era bastante fuerte, había muchísima persecución y muchísimas agresiones contra nosotros y esto fue lo que me motivó a salir del país a los 20 años de edad. La persecución en contra de mi familia y mi persona fue ese detonante que me hizo salir del país”, cuenta la migrante.

En medio de una de las tantas protestas en la avenida Juncal un funcionario de la Policía Nacional de Venezuela le golpeó en el rostro. De allí en adelante todo cambió.

“Estábamos pidiendo en ese momento que cesara la corrupción y que ellos entregaran el gobierno del estado para hacer elecciones libres. Estaba con un grupo de compañeros también activistas del Partido Voluntad Popular y llegó este grupo de uniformados armados, que se supone están para guardar los derechos humanos de los ciudadanos, pero hacían era todo lo contrario. La agresión y la represión en contra de nosotros los estudiantes y la juventud que quería un cambio, para ese entonces, en Venezuela era extremadamente atroz”, cuenta.

Oriana recuerda que al uniformado no le importó que ella fuese mujer para agredirla. “Recibí un golpe en la cara sin importarles que yo era mujer. En realidad, no les importa nada. Cuando los mandan a salir a las calles a reprimir y matar no están mirando ni a quién. En nuestras universidades privadas también sufrimos de mucha agresión por parte de grupos vandálicos enviados por el Gobierno del estado”.

Esta agresión ocurrió en noviembre y fueron tantas las amenazas que en enero ya Oriana Jesús estaba cruzando la frontera del estado Táchira pasando por Colombia para llegar a Perú y luego de un año volver a suelo colombiano donde hoy reside.

“Mis papas estaban atemorizados y queriendo detenerme (para no protestar), pero yo siempre tenía un lema y era salir a calle y luchar por la libertad que yo quería porque nadie más lo iba a hacer por mí. Gracias a Dios nunca sufrí algo a mayores, nunca tuve un problema donde dijeran que mi vida estaba entredicha, pero sí llegaban muchos mensajes y llamadas a mi casa donde la policía amenazaba por el simple de hecho de ser activista del Partido Voluntad Popular”, relata hoy con mucha paz, pero en ese momento asegura vivía un caos.

Oriana no solo dejó a sus seres queridos, sino que también dejó su carrera universitaria a medias. En ese momento, estudiaba administración de empresas en la Universidad Santiago Mariño.

“A raíz de todo esto tuve que dejar a un lado mi carrera universitaria y mis sueños de una mejor Venezuela por salir corriendo a buscar oportunidades en otro país, por la persecución política que había en ese entonces”, precisa.

Ronal Rodríguez, investigador y vocero del Observatorio de Venezuela de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, explicó que las dinámicas de salida de los venezolanos desde hace cuatro años hasta la fecha han ido transformándose.

“En el 2018 era el momento de mayor crisis socioeconómica de Venezuela y fue uno de los momentos más duros en los cuales el crecimiento de la migración en Colombia fue exponencial. Fue al año además que afectó la dinámica de la campaña electoral y era un tema relevante en ese instante, por eso mismo, porque la narrativa de los migrantes en las carreteras era absolutamente innegable”, refiere.

El especialista colombiano además prosigue explicando que en los últimos meses la migración venezolana por Colombia solo es de tránsito.  “A mí me llama la atención el crecimiento de la migración de los venezolanos hacia los Estados Unidos, ya no es una migración con vocación de permanencia en territorio colombiano, tampoco con tránsito al sur, ni una migración pendular, sino una migración que cada vez busca más la ruta hacia los Estados Unidos y hoy son entre la tercera y cuarta parte del flujo migratorio y ese flujo empieza a crecer. Sin contar que los venezolanos que ya se hayan logrado estabilizar en territorio colombiano han tomado la decisión de migrar hacia los Estados Unidos”, indica.

Rodríguez indica que las causas de la migración hoy son más por razones económicas y por mejorar sus condiciones de vida. “Buscan tener un ingreso desde el exterior para su familia, es un poco más parecido a la migración de los colombianos en los años 70”, dice.

En 2018 los venezolanos salieron sin la más mínima planeación, sin preparar su viaje, y eso dio pie a las caravanas de migrantes. “Hoy el viaje es más planeado y el destino más específico porque es una migración de mejorar las condiciones socioeconómicas y sobre todo de acceso a divisas”, manifiesta Rodríguez.

También refiere que la dolarización de Venezuela va generar una dinámica migratoria económica. “Va a darse en diferentes partes del continente sobre todo por los cambios políticos genera que el venezolano este buscando otros destinos para estabilizarse en otro país”.

Situación país

Oriana Jesús llegó a Colombia en 2018 y asegura que al salir de Venezuela la situación país era dura no solo por las persecuciones políticas sino también por el acceso a los servicios básicos. Cuenta que a pesar de tener la posibilidad de contar con todos los servicios públicos el problema de los racionamientos cada día era más complicado.

El agua potable la quitaban un día por medio y la electricidad cuatro por día. Sostiene que esto se sumaba a la escasez de alimentos y todo el panorama político venezolano.

“En aquel entonces ingresé de manera irregular al país. Estuve 4 meses acá y me fui a Perú durante un año. Al regresar estaba en situación irregular hasta hace 4 meses que pude obtener el permiso de trabajo”, indica.

Al igual que Oriana, según Migración Colombia, ya más de un millón 100 mil venezolanos han obtenido su Permiso por Protección Temporal (PPT), documento que identificará a los migrantes venezolanos en suelo colombiano durante los próximos 10 años, y que fue diseñado por el Gobierno del presidente Iván Duque para lograr su identificación.

El Estatuto Temporal de Protección para los Migrantes Venezolanos (ETPV), y que concluyó el pasado mes de mayo en su primera fase, busca beneficiar a los casi dos millones de venezolanos que hoy viven en Colombia. A través de este mecanismo los ciudadanos extranjeros con vocación de permanencia formarán parte del sistema de seguridad social, tener pensión y hasta adquirir bienes para rehacer su vida en Colombia.

“Durante los primeros años (en Colombia) la condición laboral siempre fue independiente. Trabaja en las calles, de casa en casa vendiendo queso, vendiendo tortas, cualquier cosa que se me ocurría lo vendía. Hasta ahorita que tengo un empleo más estable gracias al permiso de trabajo”, dice la joven venezolana radicada en Cúcuta.

Hoy la estudiante venezolana busca sus sueños y una mejor calidad de vida en la capital nortesantandereana, siempre para ella y su familia que aún vive en el oriente de Venezuela. Quiere ser una profesional y poder cumplir su sueño de ser una administradora.

Los datos y opiniones contemplados en este reporte fueron recabados por investigadores de Proiuris de manera directa en diversas entrevistas con las fuentes mencionadas. Se reserva el derecho al anonimato para resguardar la identidad de las fuentes.

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