6 barreras que enfrentan jóvenes venezolanos para acceder a estudios universitarios en Colombia

Marian tiene 16 años y desea estudiar administración de empresas, pero una serie de obstáculos se interponen para que cumpla su sueño.

Reporte Proiuris

San Marcos es un municipio que se encuentra en el noroeste de Colombia, en el departamento de Sucre. A este pueblo ganadero llegaron, en el 2019, Juan Carlos Álvarez y sus dos hijos Cristian y Marian, de 11 y 15 años, respectivamente.

Los hermanos accedieron a un cupo escolar en un colegio oficial. A pesar de los contratiempos de la pandemia provocada por la COVID-19, Marian terminó el bachillerato en enero pasado, pero no ha podido retirar su título debido a que no tiene una identificación que le brinde regularidad migratoria en Colombia, solo su cédula de identidad venezolana.

Como muchas jóvenes, Marian ama el maquillaje, los peinados y usar las redes sociales. En Venezuela aprendió a trenzar el cabello de múltiples formas. Los fines de semana, con la aprobación de su papá, va a las casas vecinas para ofrecer su servicio de peinado a domicilio.

“Con lo que me pagan ayudo a mi papá a comprar comida”. Los tres viven en una casa que un pariente les dejó al cuido y deben pagar servicios como luz, agua y gas. Marian también se encarga de cocinar.

“Mi mamá vive en Venezuela con su nuevo esposo y mis otros tres hermanos, así que si me quedaba con ella, sabía que pasaría hambre, porque allá no hay trabajo”, dice con una madurez desarrollada por las vicisitudes que ha debido enfrentar.

Tiene un deseo, estudiar en la universidad. Por ahora solo es un sueño -agrega-. Lo que gana papá solo alcanza para comer y pagar los gastos del día.

A través del testimonio de esta joven, que ya cumplió 16 años, Proiuris enumera algunos de los obstáculos que adolescentes provenientes de Venezuela deben enfrentar para acceder a la educación universitaria en Colombia:

1. Regularización migratoria

Juan, Marian y Cristian son tres de los 956 mil venezolanos que Migración Colombia estima que están en situación migratoria irregular. Ninguno de la familia tiene pasaporte venezolano ni tampoco cuentan con uno de los permisos temporales de permanencia que el gobierno colombiano ha entregado desde el 2017.

Gracias a las jornadas de preregistro asistido del Estatuto Temporal de Protección para migrantes Venezuela (ETPV), la familia inició la primera fase del registro digital. La cita para el registro biométrico, de carácter presencial, la tienen para el jueves 24 de febrero de 2022 en la ciudad de Montería, a dos horas en carro de donde residen actualmente.

Sin un documento válido de identificación en Colombia, Marian no ha podido retirar su título de bachiller. “El ETPV permitirá que estos jóvenes que a culminaron la secundaria puedan tener su título y continuar con su ruta de formación en Colombia”, ha dicho Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia, en reiteradas alocuciones relacionadas con el desarrollo de este mecanismo de protección en el país.

Así, esta es una de las barreras que enfrentan jóvenes venezolanos como Marian para acceder a estudios universitarios en Colombia

2. Situación socioeconómica

Juan Carlos no tiene un empleo estable ni acceso a la seguridad social en Colombia. “Trabajo como albañil en algunas construcciones y me pagan entre 30 y 35 mil pesos el día, pero es de vez en cuando. A veces paso una semana sin trabajo y es desesperante porque no tengo cómo llevarle comida a mis hijos”.

La dura realidad de Juan Carlos, que lo ubica en condiciones de alta vulnerabilidad, encaja en los 97,7% de las familias venezolanas que tienes privaciones por tener empleos informales, de acuerdo con una reciente encuesta realizada por el proyecto Migración Venezuela, de la revista Semana.

Sin seguridad alimentaria ni otras necesidades primarias cubiertas, este padre migrante no tiene manera de garantizarle educación superior a Marian. “A mí me han dicho que aquí estudiar en la universidad es muy caro y a eso métale lo del transporte, las guías, los libros, la comida. En nuestra situación es imposible pagarlo”, reconoce la joven, sobre otra de las barreras que la distancian del sueño de ir a la universidad.

3. Convalidación de título de bachiller

Marian no debe pasar por este proceso. No obstante, otros miles de jóvenes venezolanos que se encuentran en Colombia no pueden dar el paso para estudiar una carrera técnica o universitaria, debido a que no pueden convalidar su título de bachiller en Colombia.

El procedimiento en sí no es engorroso, debido a que se realiza de manera digital por www.mineducacion.gov.co y es gratuito para los títulos de bachiller. El problema se centra en que el Ministerio de Educación colombiano exige el título apostillado previamente en Venezuela, un requisito imposible de obtener debido a la burocracia y corrupción que envuelve esta clase de solicitudes en suelo venezolano.

Falta de personal, desinterés, desidia, corrupción… es una mezcla letal que afecta a miles de venezolanos que necesitan una apostilla en Colombia para acceder a diferentes derechos fundamentales, como la nacionalidad colombiana, la educación o a una visa por ser pariente directo de un ciudadano colombiano.

4. Dificultades para acceder a las pruebas Saber

En el 2018, con la expedición del Decreto 1288, se estableció que los niños y jóvenes venezolanos pueden continuar sus estudios, validando los grados cursados en Venezuela, mediante la presentación de evaluaciones o actividades académicas en los colegios donde han sido ubicados, sin ningún costo, con su cédula de identidad venezolana.

La ruta que deben seguir es ingresar a la página del Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación ( www.icfes.gov.co. ). Escoger la opción de “exámenes” y seleccionar “educación media”. Una vez allí, podrá seleccionar la Prueba de Sabre 11 o la Validación de Bachillerato Académico.

Sin embargo, lo engorroso viene después. Acertar preguntas sobre matemáticas, lectura crítica, sociales, ciencias naturales, inglés, entre otros tópicos, es una tarea cuesta arriba para los adolescentes migrantes que vienen de un sistema educativo que sufre las decadencias del régimen venezolano y que tampoco tienen acceso a conectividad ni a una computadora para estudiar.

Otra situación que merece la atención y de la que habla Angélica Lamus, directora de la fundación Humildad Extrema, es que muchos jóvenes ejercen tareas del cuidado en casa mientras que sus padres trabajan fuera. Incluso, algunos ya están trabajando en oficios informales en la calle para ayudar en casa.
 

5. Costo de las matrículas

Quizá esta es una de las barreras más complicadas que enfrentan jóvenes venezolanos para acceder a estudios universitarios en Colombia porque estudiar una carrera de pregrado no suele ser una ruta a la que todos los jóvenes pueden acceder, debido al costo elevado de la matrícula por semestre, que ofrecen las diferentes centros de educación superior del país.

Por ejemplo, en la Universidad de los Andes, la quinta mejor de Latinoamérica, de acuerdo con QS Quacquarelli Symonds, -una compañía británica especializada en educación- estudiar la carrera de administración (que dura entre 4 y 5 años), la que a Marian le llama la atención, cuesta unos 177 millones de pesos. Para entenderlo mejor, cerca de 185 salarios mínimos legales mensuales.

En otras universidades menos prestigiosas, como la Universidad Industrial de Santander o la Unisimón, una carrera universitaria de pregrado podría rondar entre 3 y 7 millones el semestre. En una universidad oficial (o pública en Venezuela), un semestre oscila entre 600 y 1 millón de pesos y por la alta demanda, no siempre hay cupos disponibles.

Por otro lado, el programa gubernamental Ser Pilo Paga, que permite que los mejores estudiantes del país, con menores recursos económicos, accedan a Instituciones de Educación Superior a través de facilidades de cobertura de la carrera, solo está habilitado para jóvenes colombianos.

6. Imposibilidad de obtener un crédito educativo

Alrededor de 500 mil estudiantes colombianos en carreras de pregrado y posgrado acuden al ICETEX para adquirir un crédito aniversario. Esta es una entidad del Estado que promueve la Educación Superior a través del otorgamiento de créditos educativos a la población con menores posibilidades económicas y buen desempeño académico.

En el caso de las líneas de pregrado los créditos aplican a carreras técnicas, tecnológicas o profesionales y se debe cumplir con una serie de requisitos como un puntaje igual o superior a 240 en las pruebas Saber y un deudor solidario que avale el crédito firmando una serie de pagarés.

El organismo tiene una línea de protección para población indígena, víctimas del conflicto armado, población reintegrada o en condición de discapacidad. Todavía no ampara a población migrante o retornados provenientes de Venezuela.

Sin historial bancario ni alguna persona de confianza que cumpla con los requisitos del organismo y acepte la figura de codeudor, Juan Carlos no podría acceder a este mecanismo para que su hija ingrese a la universidad.

Otras alternativas

Cursos cortos virtuales

Formación complementaria ofrece el Sena para jóvenes y adultos venezolanos que tengan el Permiso Especial de Permanencia (PEP), de forma gratuita a través de su página web. Arte, cultura, esparcimiento y deportes; Tecnologías de información; Finanzas y administración; Operación de equipo industrial y de transporte y oficios universales; Procesamiento, fabricación y ensamble; Idiomas; Salud; y, Ciencias sociales, educativas y servicios gubernamentales. 

Ayudas económicas

La Corporación Unificada Nacional de Educación Superior (CUN) brinda ayuda económica para migrantes venezolanos para que puedan finalizar o validar sus estudios universitarios en Colombia con un descuento sobre la matrícula por homologación o bajo las modalidades de reconocimiento de saberes y reconocimiento de título. Para más información, puedes ingresar en este link