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“Sin cooperación internacional las personas que viven con VIH en Venezuela mueren”

alberto nieves

La cooperación internacional ha logrado salvar 45.000 vidas, pues el Estado venezolano no suministra el tratamiento integral que requieren las personas que viven con VIH en Venezuela, advirtió Alberto Nieves, director ejecutivo de la ONG Acción Ciudadana contra el Sida

Reporte Proiuris

Edgar López

Están presos por hacer lo que el Estado no hace: salvar vidas. Así resume Alberto Nieves, director ejecutivo de Acción Ciudadana contra el Sida (Accsi), el encarcelamiento de cinco integrantes de la organización no gubernamental Azul Positivo.

Este 15 de enero, la jueza Cuarto de Control de Zulia, Yesiré Rincón Pertuz, acordó la detención judicial de Johan León Reyes, director general de Azul Positivo; Yordy Bermúdez Gutiérrez, director ejecutivo; Layners Gutiérrez Díaz, director de Finanzas; Alejandro Gómez Di Maggio, asistente administrativo; y Luis Ferrebuz, promotor social.

Lea también: Tribunal decidió mantener presos a cinco miembros de la ONG Azul Positivo

Azul Positivo es una organización gubernamental fundada en 2004 y dedicada a ofrecer información y acompañamiento a las personas que viven con VIH. Su trabajo se desarrolla en el estado Zulia y en los últimos años se distingue por la atención que brindan a  las personas que viven con VIH y, además, en pobreza extrema.

Sin embargo, el Estado venezolano los ha criminalizado. A cinco de sus integrantes les imputaron los delitos  de manejo fraudulento de tarjeta inteligente o instrumentos análogos, asociación para delinquir y legitimación de capitales. En palabras más simples, cuestionan la disposición de recursos provenientes de la cooperación internacional.

En Venezuela hay aproximadamente 120.000 personas que viven con VIH y desde el año 2016 esas personas dejaron de recibir tratamiento antirretroviral por parte del Estado, porque el gobierno venezolano dejó de comprarlos, explicó Alberto Nieves.

Durante los tres años  siguientes, afirmó el experto, los índices de mortalidad aumentaron  de una forma significativa: “Mucha gente murió y la calidad de vida  de muchos otros se deterioró. Para colmo, el número de niños, niñas y adolescentes que nacieron con VIH también aumentó, lo cual es imperdonable”.

Nieves recordó que por la movilización de las organizaciones de la sociedad civil se logró que el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria donara antirretrovirales. “Esos medicamentos llegaron en diciembre de 2018 y casi 60 días después comenzaron a entregarse a través del sistema público de salud. Pero esos medicamentos fueron adquiridos con recursos provenientes de la cooperación internacional, específicamente 11.000.000 de dólares”, precisó el activista.

Desde su punto de vista, “sin cooperación internacional las personas que viven con VIH/Sida en Venezuela mueren”

Y, además, hambre

Desde febrero de 2019 hasta finales de 2020, prosiguió Nieves, más de 45.000 personas que viven con VIH se salvaron, gracias a ese trabajo de la sociedad civil que logró viabilizar la cooperación internacional.

Sobre la labor de Azul Positivo, Nieves señala: “Dan una respuesta en materia de VIH ante el vacío en términos de atención integral que han dejado las instituciones del Estado. No solo hacen labores de prevención y realizan pruebas de despistaje del VIH, sino además suministran alimentos a personas que viven con VIH en situación de extrema pobreza. No solo se trata de antirretrovirales. ¿Cómo le vas a meter un antirretroviral a un estómago vacío?”

Desde hace dos años, la Red Venezolana de Gente Positiva, integrada por organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos de las personas que viven con VIH en el país, realiza un monitoreo de sus condiciones socioeconómicas: “Se le pregunta a la gente cuántas veces come al día y muchos contestan  que una sola vez”, indicó Nieves.

Y el director ejecutivo de Accsi agrega: “De esas 45.000 personas que recibieron tratamiento antirretroviral hasta diciembre de 2020, gracias a la cooperación internacional, 13.000 nos respondieron que tenían hambre”.

Arremetida sistemática

La arremetida contra organizaciones que defienden los derechos de las personas que viven con VIH en Venezuela no es nueva, sino recurrente.

Entre los precedentes más recientes están las acciones contra la Fundación Manos Amigas por la Vida (Mavid), que tiene su sede en Valencia, estado Carabobo, en febrero de 2019. En esa oportunidad decomisaron antirretrovirales y fueron detenidos cinco integrantes de esa organización. En ese año se registraron acciones de hostigamiento estatal contra 16 defensores y defensoras de los derechos de las personas que viven con VIH, en Nueva Esparta, Zulia, Carabobo, Lara y Portuguesa.

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El año pasado, la organización internacional Aid for Aids, que en Venezuela tiene sede en Los Teques, estado Miranda, fue víctima de un decomiso de medicamentos importados. Y también en 2020, Acción Solidaria sufrió un allanamiento a su sede en Caracas y decomiso de medicamentos e insumos.

¿Y, entonces, qué hace el Estado venezolano? Nieves responde: “En el plano de la prevención, la respuesta del Estado es absolutamente nula; en el plano epidemiológico, la situación es similar pues no hay un registro desagregado y actualizado, que fundamente las acciones estatales para evitar el contagio del virus; y, en cuanto a tratamiento antirretroviral, se limita a la distribución de lo que llega por cooperación internacional”.

El director ejecutivo de Accsi reiteró que la cooperación internacional marca la diferencia entre la vida y la muerte de las personas que viven con VIH en Venezuela. La mayoría  de los antirretrovirales provienen del Fondo Mundial de la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Destaca la intervención del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que garantizó tratamiento para todos los niños, niñas y adolescentes que viven con VIH durante el segundo semestre  de 2020 y para 2021, puntualizó Alberto Nieves.

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