La CEV ha extendido al gobierno de Nicolás Maduro su preocupación por la pérdida de libertad en Venezuela. En una exhortación pastoral destacaron que la migración forzada «es la prueba más evidente del gran fracaso de las políticas públicas»
Reporte Proiuris
Jackelin Díaz
“La pandemia de la COVID-19 ha permitido darnos cuenta que estamos experimentando el poderío de tantos que se creían invencibles, al evidenciar la incapacidad de actuar conjuntamente».
Así lo expuso la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en la exhortación pastoral «ante la gravísima situación del país».
Los obispos de Venezuela exigieron al gobierno de Nicolás Maduro encontrar el camino legal y pacífico más expedito, que facilite una transición democrática en el país.
En el texto, la CEV también solicita que se garantice la libertad de acción de las organizaciones no gubernamentales.
En ese sentido, señalan que las ONG «ayudan a aportar soluciones a los diversos problemas que enfrentan las comunidades».
También reiteran que los derechos humanos en el país «han sido desconocidos«, pues «es notorio cómo se ha deteriorado la calidad de vida, educación, salud, y servicios básicos».
Esto, argumentan, ha aumentado el éxodo de migrantes y refugiados venezolanos en los últimos años.
Migración forzada
La situación de precariedad ha traído como consecuencia la migración forzada.
Afirman que, en vez de ser protegidos, son “objeto de vejación por los agentes policiales y militares a lo largo del camino”.
“Han llegado a una situación límite en la que no les queda más camino de enfrentar el riesgo a lo desconocido”, advierten.
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Explican que muchas personas han llegado al punto de arriesgar su vida haciendo referencia al hecho donde 32 venezolanos perdieron la vida en un naufragio en las costas de Güiria.
“Esta migración es la prueba más evidente del gran fracaso de las políticas públicas (económicas y sociales) ejecutadas por el Gobierno”.
Violación de derechos humanos
La CEV subraya su llamado al respeto de los derechos humanos: “Quienes los exigen se convierten en víctimas de persecución y descalificación violenta y opresora, del acoso y extorsión a personas particulares sin tener a donde recurrir para denunciar las múltiples faltas”.
También mencionan que los informes de la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha documentado un gran número de violaciones de DD HH.
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Destacan que estos documentos emitidos por esta oficina rinden cuenta de “un gran número de expedientes de torturas y asesinatos que señalan crímenes presuntamente cometidos por funcionarios del actual gobierno”.
Los obispos han propuesto “un cambio radical en la conducción política”. Este proceso, explican, “requiere por parte del gobierno, la suficiente entereza para detener este mar de sufrimiento del pueblo venezolano”.
De igual forma han pedido que se desista del mal llamado «Plan de la Patria». Argumentan que el mismo “pretende imponer leyes para ir creando el estado comunal”.
«Es necesario facilitar una transición democrática y nos lleve cuanto antes a unas elecciones presidenciales y parlamentarias en condición de libertad e igualdad para todos los participantes”, concluyen.
