Aproximadamente 350 funcionarios de diversas dependencias de la Policía Nacional Bolivariana y de la Policía de Caracas serían responsables de 13 muertes. Otros dos decesos se reportan como el resultado de «balas perdidas». Ninguna autoridad gubernamental se pronunció sobre la masacre ocurrida en La Vega
Reporte Proiuris
Erick S. González Caldea
15 personas fallecieron durante el operativo realizado en La Vega este 8 de enero por funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), la Dirección de Investigaciones Penales (DIP) y la Unidad de Operaciones Tácticas Especiales (UOTE) de la Policía Nacional Bolivariana, en el cual también participaron funcionarios de la Policía de Caracas.
Según fuentes policiales, 13 de los fallecieron eran presuntos delincuentes que se enfrentaron contra las fuerzas de seguridad del Estado. Por otro lado, dos ciudadanos fallecieron a causa de «balas perdidas», luego de quedar en la línea de fuego entre presuntos antisociales y funcionarios policiales.
En todo caso, por tratarse de un operativo policial con cinco o más fallecidos a manos de los cuerpos de seguridad del Estado, lo ocurrido en La Vega califica de masacre.
Solo una persona fue identificada: Nelson Enrique Villalta Lima, de 50 años de edad, quien falleció luego de que una bala perdida le impactara, antes de entrar a su casa, en la parte alta de La Vega.
La incursión policial inició a las 8:00 am de este 8 de enero de 2021. El día anterior a la zona , en continuación a un operativo realizado la tarde del jueves 7 de enero por funcionarios de la DIE.
Hasta las 6:00 pm de este 8 de enero solo se contaba con información extraoficial sobre la masacre en La Vega, pues ninguna autoridad gubernamental había suministrado información del operativo policial conjunto y sus resultados.
La identidad de los fallecidos tampoco ha sido confirmada. 350 funcionarios fueron desplegados en la zona para realizar el «operativo de saturación» (como lo denomina la policía), que en la práctica se reduce a una razia con uso caótico de la fuerza pública.
Según fuentes policiales, los presuntos delincuentes pertenecían a la banda delictiva de alias Coqui, quien los envió a La Vega con el encargo de ampliar el coto de poder que detenta en la Cota 905. Sin embargo, algunos vecinos solo dan cuenta de la irrupción violenta de los funcionarios de la PNB y de Policaracas.
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Los funcionarios policiales trasladaron los cuerpos hasta el hospital Miguel Pérez Carreño, en la Yaguara, en donde llegaron sin signos vítales.
A través de fotografías, a las que tuvo acceso Proiuris, se observa como los funcionarios policiales bajaban los cuerpos envueltos con sábanas por las escaleras de los barrios de la parte alta de La Vega, donde se ejecutó la masacre.
Esta sería la primera masacre policial de 2021. También es el primer operativo en donde las FAES se despliegan junto a otras dependencias del PNB, en lo que se presume una estrategia de enroque para bajarle el perfil al grupo élite de la Policía Nacional Bolivariana que encabeza las ejecuciones extrajudiciales en Venezuela, según lo han documentado organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos.
El hecho de que los funcionarios iban encapuchados, que pertenecían a dos o más cuerpos de cuerpos de seguridad del Estado y que la masacre se cometió en un barrio pobre, confirma tres de los 16 patrones de actuación policial, identificados por la ONG Proiuris, que caracterizan las ejecuciones extrajudiciales.
