La tragedia de Güiria representa una de las mayores pérdidas de vidas en el contexto de la huida masiva de venezolanos y venezolanas, por lo cual se requieren rutas migratorias seguras, destacó la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Reporte Proiuris
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), a través de la portavoz Marta Hurtado, instó a los gobiernos de Venezuela y de Trinidad y Tobago a acatar las disposiciones del derecho internacional de los derechos humanos a efectos de proteger la integridad y la vida de las personas migrantes y refugiadas, a propósito de la más reciente tragedia ocurrida en las costas de Güiria, estado Sucre, con un saldo preliminar de 21 personas fallecidas a causa de un naufragio.
“…instamos a las autoridades venezolanas y de Trinidad y Tobago a coordinarse y cooperar para proteger la vida y la seguridad de los migrantes y refugiados, incluso mediante operaciones de búsqueda y rescate efectivas en el mar e investigando de manera rápida, efectiva, exhaustiva y transparente este trágico incidente. También es extremadamente importante que los dos Gobiernos se coordinen y cooperen con respecto a las rutas migratorias seguras”, se lee en la nota de prensa oficial del Acnudh.
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La dependencia de las Naciones Unidas destacó que la tragedia de Güiria “representa una de las mayores pérdidas de vidas que involucran a refugiados y migrantes venezolanos que intentan cruzar el mar hacia Trinidad y Tobago, que en su punto más estrecho se encuentra a solo 15 km de Venezuela”.
Sobre los peligros de la migración vía marítima de venezolanos y venezolanas hacia Trinidad y Tobago, como también hacia otras islas del Caribe, el Acnudh se sumó a los llamamientos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) “para que se realicen esfuerzos urgentes para detener a los contrabandistas y traficantes de personas que envían refugiados y migrantes en peligrosos viajes por mar”.
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En la nota de prensa se recordó que en noviembre de 2020, el Acnudh expresó su preocupación por la deportación de 25 venezolanos, entre ellos 16 niños, de Trinidad y Tobago.
“Una vez más, pedimos a los gobiernos que detengan las devoluciones en el mar en violación del principio de no devolución y la prohibición de las expulsiones colectivas y suspendan todos los retornos forzosos en medio de la pandemia de COVID-19 para salvaguardar la salud de los migrantes y las comunidades. Alentamos a los gobiernos a que, en cambio, proporcionen vías seguras y legales para que los migrantes regularicen su estado y eviten el riesgo de deportación”, reiteró el Acnudh.
