Más de la mitad de la población subalimentada en América Latina y el Caribe se concentra en tres países, Venezuela, México y Haití, se señala en el informe sobre la seguridad alimentaria en la región, publicado este 2 de diciembre
Reporte Proiuris
Jackelin Díaz
Más de la mitad de la población que sufrió subalimentación en el último año se concentra en tres países de Latinoamérica. En primer lugar se encuentra Venezuela, donde se ha triplicado la cifra en los últimos cinco años.
El país muestra una prevalencia de 31,4 %, lo que significa que la población subalimentada en Venezuela es de 9,1 millones de personas.
Sigue México con un aumento de 2,5 puntos porcentuales en el mismo período, y luego Haití, donde casi la mitad de los ciudadanos se encuentran en esta situación.
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Los datos corresponden al informe «Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2020», elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Además, en la investigación participó la Organización Panamericana de la Salud (OPS); el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA); el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
«Este reporte nos preocupa. El hambre afecta a 13.000.000 de personas más que en 2014 y un 30 % de la población sufre inseguridad alimentaria moderada o grave«, dijo Julio Berdegué, representante regional de la FAO.
De acuerdo con el informe, la población subalimentada en Venezuela asciende a 9,1 millones de personas. Mientras tanto, en México es de 9 millones, y en Haití se registran 5,4 millones.
Mortalidad materno infantil
El director regional para América Latina y el Caribe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Miguel Barreto, recalcó que la inseguridad alimentaria afecta en mayor medida a las mujeres.
“La prevalencia de inseguridad alimentaria de moderada a grave fue de 32,4 % en mujeres y 25, 7 % en hombres. Entre los afectados hay casi 20 millones más de mujeres que hombres”, dijo.
En Venezuela, de acuerdo con el informe, hay 100 muertes por cada 100.000 nacidos vivos.
Retardo en el crecimiento
La FAO informó que el promedio de retraso de crecimiento infantil entre los países más rezagados es de 27, 6 %. Explica que se trata de poblaciones que presentan indicadores de malnutrición en niños menores de cinco años.
Por otra parte, el retraso en el crecimiento infantil es “desproporcionadamente alto” en los territorios rurales.
El informe subraya que el problema puede ser mayor en poblaciones indígenas y afrodescendientes con niveles elevados de pobreza, bajos ingresos, baja escolaridad y un menor acceso a servicios básicos. La tendencia es que el sobrepeso infantil sea mayor en las zonas urbanas.
30 años perdidos por la COVID-19
Los representantes de la FAO indicaron que la pandemia de COVID-19 agravará y profundizará las cifras de hambre y malnutrición en la región.
Estas declaraciones se realizaron sin tomar en cuenta las repercusiones de la COVID-19, pero sí considerando la tendencia de los últimos cinco años.
El hambre aumentó en Latinoamérica en 2019 -por quinto año consecutivo- y afectó a 47,7 millones de personas, es decir, 7,4 % de la población.
El organismo estimó que para 2030 el hambre afectaría a 67.000.000 millones de latinoamericanos. A esta cifra podrían sumarse otros 28.000.000 de personas, apuntó el informe.
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El documento añade que esta cifra correspondería al grupo que pasará a estar en situación de pobreza extrema, lo que supondría un retroceso de 30 años en los indicadores.
«Se prevé que la pandemia también aumente todas las formas de malnutrición infantil, retraso del crecimiento, deficiencias de micronutrientes, sobrepeso y obesidad», agregó Anselm Hennis, director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS.
