La ONG Cuso Internacional precisó la situación de precariedad laboral que viven las migrantes venezolanas en Colombia. Alertan sobre la profundización de un brecha de género por las desiguales e injustas condiciones de trabajo
Reporte Proiuris
Jackelin Díaz
«Las migrantes venezolanas trabajan más horas, pero perciben la mitad del salario que reciben las mujeres colombianas».
Así fue expuesta la situación de precariedad laboral que sufren las migrantes venezolanas en Colombia y quedó en evidencia esta modalidad de violencia basada en género.
Un estudio elaborado por la ONG Cuso Internacional y publicado este 25 de noviembre de 2020 con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, destacó que «existe la vulneración de los derechos de las migrantes por su situación laboral de extrema precariedad en el país».
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Alejandro Matos, director de la ONG en Colombia, afirmó que persiste una brecha de género en el mercado laboral nacional.
“Tanto las mujeres colombianas como las venezolanas están rezagadas en cuanto al acceso a un empleo formal y digno«, agregó.
En el documento se resalta que las mujeres venezolanas trabajan 42,5 horas semanales en comparación con las 37 de las mujeres colombianas.
Sin embargo, reciben ingresos que en promedio son inferiores al salario mínimo y representan casi la mitad de los que devengan sus pares locales.
Los autores del estudio elaboraron un índice de la calidad del empleo, en el que tomaron en consideración los ingresos, la estabilidad y seguridad del trabajo, la seguridad social y las horas de trabajo.
Sobre la base de esos factores, el informe destaca que la calidad del empleo de las mujeres venezolanas es 50 % inferior a la calidad del empleo de las mujeres colombianas.
Los riesgos de los trabajos informales
La mayoría de las mujeres venezolanas migrantes que viven en Colombia laboran de manera informal en trabajos inestables.
«91,1 % de las mujeres venezolanas, pese a que muchas tienen un nivel educativo superior a los hombres e, incluso, superior a las mujeres colombianas, trabajan en la informalidad», dijo Matos.
Esta situación pone en riesgo sus derechos fundamentales, como el acceso a la atención médica, la educación y la vivienda.
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La investigación encontró que mientras que el ingreso mensual promedio de una mujer colombiana empleada formalmente es de 1,45 millones de pesos (unos 400 dólares), una mujer venezolana que trabaja de forma informal recibe 785.000 pesos (240 dólares).
Asimismo, el informe indica que 52 % de las migrantes venezolanas trabajan en comercio y hostelería; 15.7 % en prestación de servicios personales y sociales, y 23,2 % como cocineras y camareras.
El documento añade que a estos factores hay que sumar el hecho de que las migrantes venezolanas suelen asumir más carga laboral que los hombres venezolanos.
También existe el factor del cuidado de los hijos, razón por la cual buena parte de ellas no pueden buscar empleo.
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Cuso International señala que para que exista un avance hacia la mejora de las condiciones laborales de esta población, se debe empezar por regularizar su situación migratoria.
Además, se debe buscar la forma de que las mujeres, que tienen niveles educativos altos, puedan convalidar su formación.
En los últimos años Colombia se ha convertido en el hogar de más de 1,72 millones de venezolanos. El registro incluye 844.000 mujeres que han huido de la emergencia humanitaria compleja que atraviesa Venezuela.
«Dadas las circunstancias en las que llegan las migrantes, sin recursos ni redes de apoyo, se enfrentan a mayores barreras para ingresar al mercado laboral colombiano”, concluyó Matos.
