Testigos aseguraron que el Conas arrodilló y asesinó a José Urdaneta y Wisley Gutiérrez, luego de interceptarlos y llevarlos al caserío El Pozón, en el estado Lara
Reporte Proiuris
Karina Peraza Rodríguez
A Wisley José Gutiérrez Flores, de 30 años de edad, “no le dieron oportunidad de regenerarse”. Así lo señalan sus familiares, quienes detallaron que tenía 25 días de haber salido de la cárcel. José Manuel Urdaneta Rodríguez, de 31 años, tenía tres meses en libertad.
Ambos hombres fueron interceptados y sometidos por funcionarios del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Según testigos, el Conas los arrodilló y asesinó. El hecho ocurrió el 4 de noviembre de 2020 en horas de mediodía, en el caserío El Pozón, en el municipio Jiménez, estado Lara.
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Ese miércoles los dos hombres salieron de la comunidad La Ceiba II, en Quíbor. Iban en una camioneta 350 verde, en la cual llevaban colchones, ventiladores y otros enseres, además de unas semillas. La camioneta la manejaba José Manuel y lo acompañaba Wisley. El plan era instalarse en unas tierras para trabajar en la siembra.
No fue un enfrentamiento
“Cuando iban por Las Tinajas de Quíbor fueron interceptados por el Conas. Se los llevaron hasta el caserío El Pozón. Allá esos hombres armados mandaron a todos los vecinos a encerrarse. Les dijeron que era el Gobierno».
Uno de los familiares de Wisley relató que, a pesar de la orden de los funcionarios, los vecinos vieron cuando los bajaron de la camioneta y el Conas los arrodilló y los asesinó.
Esos mismos testigos aseguraron que no se trató de un enfrentamiento. Niegan que las víctimas estuvieran armadas. Los familiares también manifestaron que las víctimas no eran miembros de ninguna banda, ni tampoco conocían al sujeto apodado “Santanita”.
La versión del Conas
De acuerdo con lo que reportaron los funcionarios del CONAS, los dos hombres eran miembros de una banda que se dedica a la extorsión y es liderada por un sujeto apodado “Santanita”, catalogado por las autoridades como el más buscado del estado Lara.
Los funcionarios aseguraron que cuando intentaron detener a Wisley y a José Manuel, los hombres les dispararon, y que fue en ese momento cuando se generó el supuesto enfrentamiento.
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Los cuerpos de Wisley y José Manuel fueron trasladados al Hospital Baudilio Lara de Quíbor. Cuando los ingresaron no tenían signos vitales y cada uno presentaba un disparo en el pecho.
Sobre el hecho los familiares no obtuvieron información alguna por parte de las autoridades. Se enteraron de lo sucedido ese día a las 2;00 pm, a través de conocidos de Quíbor. Les dijeron que a la morgue habían ingresado dos cadáveres con características similares a las de Wisley y José Manuel. Al acudir constataron la noticia.
Los asesinaron y los robaron
“Los funcionarios además de matarlos se robaron todos los enseres que cargaban en la mudanza” aseveraron los informantes.
Además del presunto enfrentamiento y los antecedentes penales, el robo a las víctimas también es uno de los patrones de actuación de los cuerpos de seguridad del Estado que identificó la ONG Proiuris en su investigación Las FAES matan.
Días antes de la presunta ejecución extrajudicial de los hombres, había un vehículo negro rondando por la zona donde vivían, relatan los familiares. Por esta razón presumen que a Wisley «lo tenían vigilado», pero como no salía de su morada no habían dado con él.
Se conocieron en la cárcel
Aunque ambos hombres eran de Quíbor, se conocieron cuando coincidieron en el centro penitenciario.
José Manuel estuvo detenido por porte ilícito de arma de fuego y robo; mientras que Wisley por porte ilícito de arma de fuego y homicidio.
José Manuel salió en libertad hace tres meses, viajó fuera del país, pero se regresó. Wisley, por su parte, salió el 10 de octubre de la cárcel de El Dorado, ubicada en el estado Bolívar, con una medida de presentación. Al salir se fue a Lara.
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La familia comenta que Wisley «estaba desnutrido» y en estos 20 días que tenía en su vivienda había recuperado un poco de peso.
Finalmente, destacaron que Wisley estaba muy deseoso de trabajar para mantener a sus tres hijos de 10, 9 y 2 años de edad, y que por esta razón, cuando José Manuel le propuso sembrar , aceptó.
