Familiares de Keiker Camacho denunciaron que las FAES lo asesinaron porque tenía antecedentes penales. El joven dejó a cuatro niños huérfanos
Reporte Proiuris
Karina Peraza Rodríguez
¿Dónde estará? ¿Le pasaría algo? Eran algunas de las preguntas que se hacían los familiares de Keiker Alexander Camacho Hernández. La noche del 18 de agosto de 2020 no llegó a casa.
La angustia se hizo mayor la mañana siguiente. Los familiares de Keiker Alexander aún no tenían noticias del joven de 28 años y no sabían por dónde comenzar a buscarlo.
A media mañana escucharon una noticia por la radio, según la cual el hombre había sido asesinado en un supuesto enfrentamiento con las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), en la avenida Circunvalación Norte, en las inmediaciones de la comunidad de El Trompillo, al noroeste de Barquisimeto.
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Inmediatamente, los familiares se trasladaron hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda. Confirmaron la noticia al reconocer el cadáver. Observaron dos orificios ocasionados por el paso de proyectiles, uno en el pecho y otro en un costado.
Los familiares del joven no quisieron identificarse porque temen represalias; sin embargo, aseguraron que ese hecho no fue ningún enfrentamiento, que se trató de un crimen.
Relataron que ese 18 de agosto Keiker Alexander salió a las 9:00 am de su casa en El Trompillo. Iba a una comunidad cercana para encontrarse con su suegro, quien lo esperaba para realizar unos trabajos de albañilería. El joven nunca llegó.
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De acuerdo con la información que maneja la familia de Keiker Alexander, cuando el joven iba caminando al encuentro con su suegro fue interceptado por funcionarios de las FAES. Le habrían pedido sus documentos de identificación y al ver que Keiker Alexander tenía antecedentes penales lo montaron en un vehículo y se lo llevaron.
“Lo sacaron hasta la Circunvalación y allí lo asesinaron”, aseguraron los deudos del joven.
El joven se ganaba la vida vendiendo café. Primero lo hacía en el centro de la ciudad, pero a partir de las limitaciones por la pandemia comenzó a venderlo en la parada de El Trompillo. De él dependían económicamente su pareja y sus cuatro hijos de 6, 5, 4, y 3 años de edad.
Según la versión oficial de las FAES, Keiker Alexander murió en un supuesto enfrentamiento. Además, aseguran que era miembro de la banda de “Santanita”, dedicada al secuestro y extorsión en la ciudad.
Los familiares de la víctima aseguraron que una vez que Keiker Alexander recobró su libertad en 2018, se había regenerado y era una persona trabajadora. Negaron conocer a alguien apodado “Santanita” y que Keiker Alexander perteneciera a una banda criminal.
