La organización aseguró que para los países de la región andina (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), la migración venezolana ya representaba un reto sin precedentes antes de la pandemia
Reporte Proiuris
Jackelin Díaz
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó un nuevo estudio que analiza el impacto en el corto y mediano plazo de la pandemia por Covid-19 sobre los flujos migratorios desde Venezuela en la región andina.
El informe titulado, Migración en la región andina: impacto de la crisis y expectativas a mediano plazo se llevó a cabo tanto desde la perspectiva de los países receptores de migrantes, como desde la del país emisor, examinando el impacto que podría tener en el flujo migratorio y cuáles escenarios tras la pandemia.
El BID estimó que el retorno de migrantes «puede ser sustantivo» con riesgos asociados a la movilidad de estas personas por el territorio de los países receptores y la capacidad de Venezuela de absorberlos de manera segura.
Asimismo, en el informe se expone que se podría esperar es una desaceleración de la salida de migrantes desde Venezuela, antes que un retorno masivo. El estudio añadió que alrededor de unos 330,000 migrantes venezolanos que residen en Colombia podrían volver a Venezuela debido a la crisis económica agudizada por el estado de emergencia provocado por la Covid-19.
La organización internacional aseguró que para los países de la región andina (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), la migración venezolana ya representaba un reto sin precedentes antes de la pandemia.
57% de los migrantes en Perú trabaja en el sector servicios, y 47% de los migrantes en Colombia están entre servicios y comercio, con un alto porcentaje de empleo informal. La pérdida de empleo puede llegar a ser sustantiva, reseñó el informe, dependiendo de cuanto del shock en el empleo absorban los migrantes, esperando una reducción de empleo de esta población entre 5% y 42% de los migrantes empleados.
Dentro de los resultados principales se destaca que casi la mitad de los migrantes venezolanos en la región andina son irregulares, lo que limita la posibilidad de atención por parte de los programas que lanzaron los gobiernos de los países receptores.
El informe indicó que la situación en Venezuela es muy preocupante, con lo que se podría ver un resurgimiento de la presión hacia la emigración en el mediano plazo. La combinación de esta presión con el endurecimiento del control de fronteras puede surgir esquemas de tráfico de personas como se ha visto en México y Centroamérica para facilitar el cruce de las fronteras, teniendo implicancias de seguridad pública y de salud sustantivas.
Por último, las remesas han pasado a ser un importante flujo de ingresos de las familias en Venezuela. Según los estimados del presente estudio, que combina la pérdida de empleo, la baja de salarios y el retorno de migrantes, se podría esperar una disminución del 30% en las remesas debido a la crisis.
¿Qué están haciendo los países con más migrantes para apoyarlos durante la pandemia?
Según las últimas previsiones del BID, 35 millones de personas de la región andina podrían caer en la pobreza. Los gobiernos de Latinoamérica deben desarrollar soluciones rápidas e innovadoras para proteger a sus poblaciones de los efectos de la Covid-19 en todos los aspectos: salud, social, económico.
Desde el 2015, más de 5 millones de venezolanos han salido de su país y más de 4 millones residen en países de América Latina y el Caribe.
La protección de la salud de los migrantes y la población local en medio de la pandemia del COVID-19 es esencial. La implementación de políticas públicas es na necesidad. Esto es importante porque el riesgo de contagio para los migrantes en los países receptores es alto por las condiciones precarias en la que se encuentran. Ahora mismo, los venezolanos son, quizás, la población más vulnerable en esta pandemia.
