La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas aseguró que Venezuela «es una nación que tenemos en la mira»
Reporte Proiuris
Jackelin Díaz
La crisis sanitaria desatada por la pandemia de la COVID-19 fueron algunos de los temas desarrollados por Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, en una conversación vía streaming transmitida este jueves por las redes sociales
Bachelet, indicó que la COVID-19 es una seria amenaza para más de 2 mil millones de personas, sin acceso a agua segura y sin poder lavarse las manos regularmente para protegerse, por lo que exhortó a los Estados a trabajar para lograr saneamiento y agua para todos sin discriminación.
“Seamos claros: el virus no discrimina, pero su impacto sí. La pandemia está afectando de manera desproporcionada a los grupos pobres y marginados, agravando las desigualdades existentes», expresó a través de su cuenta de Twitter.
Bachelet añadió que, en caso de que los países y las instituciones internacionales no tomen las medidas adecuadas para atender las necesidades de la población durante la pandemia, el pronóstico «no será bueno».
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Señaló que en este año “muchos” países de Latinoamérica violaron derechos humanos y civiles, y que la ONU está especialmente preocupada por la situación en Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
En este sentido, señaló que han vigilado de cerca al gobierno de Nicolás Maduro debido a la persecución en contra de civiles y políticos. “Venezuela es un país que ha estado bajo escrutinio internacional, con respecto a la situación de los derechos humanos”, informó el Centro de Comunicación Nacional de la ONU.
“Cada vez se reducen más los espacios democráticos. Es una nación que tenemos bajo la mira”, afirmó Bachelet.
Por último, la Alta Comisionada hizo referencia a la grave crisis que atraviesa el país. “La situación económica es bastante trágica, compleja, lo era antes, pero se ha agravado con la pandemia. Hay una crisis humanitaria importante, una crisis migratoria importante”, dijo.
Asimismo, Bachelet pidió que se inicie una investigación sobre los motines que han ocurrido recientemente en varias cárceles de Latinoamérica a causa de la falta de condiciones durante la pandemia, entre ellos, el ocurrido el 1 de Mayo en el Centro Penitenciario de Los Llanos, en el estado Portuguesa.
«La escala y gravedad de los incidentes mencionados parece indicar que en algunos casos los Estados no han adoptado las medidas adecuadas para prevenir la violencia en las instalaciones de detención», dijo el portavoz de Bachelet, Rupert Colville.
