Este 13 de abril, consejos comunales y organizaciones vinculadas al oficialismo comenzaron a distribuir de «pases de movilidad», de modo que un solo miembro de cada familia haga compras durante la cuarentena
Reporte Proiuris
Erick S. González Caldea
Para circular por Catia durante la cuarentena por el COVID-19 se requerirá un «pase de movilidad» que expedirán los consejos comunales y otras organizaciones vinculadas con el oficialismo para restringir la circulación de personas en la parroquia ubicada al oeste de Caracas. Proiuris verificó que este 13 de abril algunos vecinos recibieron esta especie de salvoconducto.
La afluencia de personas en Catia no ha cambiado mucho tras la declaración de la pandemia en Venezuela, hace un mes. Se mantienen filas de personas comprando productos y aglomeraciones en el mercado municipal y en el boulevard, todo lo cual aumenta el riesgo de contagio del virus.
Según información ofrecida por miembros de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) en la Zona 10 de Catia, este pase tendrá como fin evitar que muchos miembros de un grupo familiar salgan constantemente a la calle.
Se expedirá un pase de movilidad por cada grupo familiar y es intransferible. El objetivo es que una sola persona de cada familia pueda salir de su casa para comprar lo que requieran y que el resto se quede en casa», explicó Estefanía Cartaya, miembro de la Dirección Política de la Parroquia Sucre, en la zona 10 de Catia.
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El pase será entregado con fundamento en las listas de habitantes por hogares que manejan los Consejos Comunales en sus zonas. Los voceros consultados aseguraron que no se tomará en cuenta el registro del Carnet de la Patria.
Enfatizaron que solo en el eje 10 de la parroquia Sucre se contabilizaron aproximadamente 8.000 familias, a cada una de las cuales se les entregará solo un pase de movilidad.
Cada pase se identificará por el color de la zona y un número de referencia, que no será trasferible para otros habitantes de la parroquia ni de la ciudad. «No se le puede sacar copia y solo se entregará uno por familia», se lee en un comunicado entregado por los voceros del CLAP.
Puntos de control
Sin mayores explicaciones sobre los criterios considerados para tomar la decisión, se dispuso que los miércoles y los domingos estará prohibida la circulación de personas en todos los sectores de Catia. A esos dos días de prohibición total se suma uno impuesto a cada sector. Y, en definitiva, el pase de movilidad servirá para hacer compras tres días a la semana.
“No es un salvoconducto para salir y entrar a la parroquia, es un pase de movilidad interna en el sector», aseguró Estefanía Cartaya, miembro de la Dirección Política de la Parroquia Sucre.
En la parroquia se instalarán 42 puntos de control para acceder a las zonas comerciales. En cada punto de control habrá un funcionario policial, un miembro del Consejo Comunal del sector, un integrante de Somos Venezuela y un médico o estudiante de Medicina; este último se encargaría de tomarle la temperatura a los transeúntes.
En la parroquia Sucre existen 10 ejes o zonas. Cada una cuenta con mas de 8.000 familias, es decir, que aproximadamente 40.000 habitantes estarían sujetos a este nuevo plan para evitar la propagación del COVID-19.
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“No se tiene previsto que las personas que no tengan el pase sean detenidas, sino que se les dará una información sobre la medida y se le indicará que se devuelvan a su casa, al menos que sea una emergencia”, aseguró Cartaya.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), a través de un comunicado publicado el 19 de marzo de 2020, resalta que las declaraciones de estado de emergencia, ya sean por motivos sanitarios o por razones de seguridad, tienen que ser acordes con el Derecho Internacional.
“El uso de competencias de emergencia debe declararse públicamente y notificarse a los organismos correspondientes cuando dejen significativamente afectados a derechos fundamentales, como los de movimiento, vida familiar y de asamblea”, expusieron.
Si bien la medida del pase de movilidad se tomó para evitar la propagación de la pandemia, algunos habitantes de Catia temen que estas nuevas restricciones dificulten el acceso a alimentos y productos de primera necesidad.
