Jorge Luis Merlo González fue asesinado en su vivienda. Había sido amenazado de muerte, por lo cual solicitó protección a una jueza. Sin embargo, la brutalidad policial operó más rápida e implacablemente
Reporte Proiuris
Karina Peraza Rodríguez
El sueño de Jorge Luis Merlo González, el de su esposa y el de sus tres niñas de 3, 10 y 11 años de edad, fue interrumpido de forma violenta a las 5:30 am del lunes 17 de febrero por un grupo de funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana.
Los hombres estaban armados, vestían de negro y algunos estaban encapuchados. Las niñas comenzaron a llorar. Estaban confundidas y le preguntaban a su madre qué ocurría. A los pocos minutos presenciarían la golpiza que recibió su padre por parte de los policías.
La esposa, cuya identidad se protege para evitar represalias en su contra, relató que la sacaron de la vivienda junto a las tres niñas: “Él les suplicaba que no lo mataran, que no estaba haciendo nada malo. Apenas dio tiempo que la niña de 10 años le pidiera la bendición a su papá. Sería la última vez que lo veríamos con vida”.
A la pareja de Jorge Luis y a sus hijas las obligaron a abordar un vehículo que las alejó del sector 1 del barrio El Caribe, lugar donde residen y ocurrió la irrupción policial. Las dejaron en el Centro Comercial Metrópolis, al oeste de Barquisimeto. Estaba oscuro aún y a la mujer le tocó caminar para regresar a su hogar con sus hijas, según lo relatado por familiares de Jorge Luis.
Fue a las 5:56 de la mañana cuando al hombre de 37 años de edad lo asesinaron dentro de su casa. Un disparo le atravesó el pecho y el hombre se desplomó. Las FAES trasladaron a Jorge Luis hasta la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, donde fue ingresado sin signos vitales.
Amenaza y peligro de muerte
Rigomary González relató que su hermano Jorge Luis estuvo preso y actualmente estaba en libertad condicional; debía presentarse mensualmente ante el tribunal de la causa.
Por tener antecedentes las FAES lo había hostigado y amenazado, aseguró la mujer. Como corría peligro de muerte, solicitaron amparo a la juez a cargo de su causa. “Introdujimos una solicitud formal, pero no nos daban respuesta”, agregó la familiar.
Ante la omisión del tribunal, también hicieron gestiones ante la Defensoría del Pueblo y ante el Consejo Legislativo del estado Lara (CLE). Recabaron firmas de vecinos para avalar la buena conducta de Merlo González.
“Si fuese una persona que estaba haciendo algo malo yo lo acepto, pero él vendía panes, estaba de taxi con su carrito, hacía de todo y de forma honesta para mantener a sus hijas”, indicó la hermana con la voz quebrada.
Sobre este procedimiento los funcionarios de las FAES informaron que a Jorge Luis lo conocían como “Gordo Ploplo” y aseguraron que era integrante de una banda delictiva liderada por un hombre apodado “Jon Cachetón”, que fue ultimado el año pasado.
Manifestaron que fueron a detenerlo y este hizo caso omiso y con un revólver calibre 38 disparó contra la comisión, generándose el presunto enfrentamiento en donde resultó muerto Jorge Luis.
