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Se enteraron que las FAES lo mataron porque buscaron su nombre por internet

Adán Antonio Brito Pérez (30) se había presentado en Tribunales el jueves y el viernes las FAES lo sacó de su casa alegando que estaba solicitado. Lo mataron en el sector Piedras Verdes, al este de Barquisimeto

Karina Peraza Rodríguez

Eran las 4:45 de la madrugada del 7 de febrero, cuando dos vehículos particulares, entre ellos una Toyota Machito negra, se detuvieron frente a una vivienda en el caserío El Molino de la población de Manzanita, municipio Simón Planas del estado Lara.

Llegaron aproximadamente diez personas, al menos nueve hombres y una mujer, vestían todos de negros y cargaban armas largas y cortas. Trastocaron el sueño de muchos, pero principalmente el de Adán Antonio Brito Pérez, de 30 años de edad, el de su esposa y el sus dos hijas, una de 4 años y otra de 5 meses de edad.

Atemorizada, la mujer accedió a la exigencia de abrir la puerta de la residencia. Adán Antonio apenas tuvo tiempo de vestirse. “Quieto, levanta las manos”, le increparon los funcionarios que decían pertenecer a las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana.

“¿Pero qué pasa?” preguntaba la esposa, a quien la halaron del cabello para separarla de Adán Antonio. Las niñas rompieron en llanto y también fueron apartadas del padre. 

“Vas preso porque estás solicitado por homicidio” era lo que decían los de las FAES, pero la esposa de Adán Antonio pidió permiso para demostrar que eso no era cierto. Buscó los papeles: la boleta de excarcelación expedida hace seis años y la constancia de su última presentación ante Tribunales, fechada el 6 de febrero. Pero nada de eso bastó; los hombres armados se tornaban cada vez más violentos y comenzaron a golpear al hombre con la culata de un arma.

Las niñas presenciaron todo y no paraban de llorar. Una mujer policía intervino y apartó a la esposa y las dos menores de edad. Seguidamente, se llevaron a Adán Antonio con rumbo desconocido. Ya eran las 5:15 am.

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La esposa comunicó lo que estaba ocurriendo a varios de sus familiares. Tan pronto como pudieron se dirigieron a la sede de las FAES en Barquisimeto, pero allí no le suministraron información. También recorrieron varias comisarías para conocer del paradero del hombre. No fue hasta el sábado en la mañana que uno de los familiares decidió meter su nombre en internet y fue allí donde se toparon con la trágica noticia de que las FAES lo habían matado.

El 8 de febrero, los familiares acudieron a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda y verificaron que Adán Antonio había sido asesinado.

En cuanto a la supuesta solicitud que tenía el fallecido, la hermana explica que el fallecido había sido detenido varias veces, la última de ellas por robo y por el cual permaneció varios meses en el Destacamento de la Guardia Nacional.

Sobre Adán Antonio y otros 66 hombres que estaban presos con él pesaba un proceso por la muerte de un recluso. Luego de ese incidente, fue trasladado al Centro Penitenciario David Viloria mejor conocido como cárcel de Uribana, donde estuvo dos años, hasta que le concedieron libertad condicional. Cada tres meses debía presentarse ante el Tribunal de su causa. La tía de Adán Antonio asegura que su sobrino era comerciante y sostén de su hogar.

Sobre la muerte de Adán Antonio, la versión oficial indica que era conocido bajo el alias de “el Masacre” y que tenía al menos cinco antecedentes por los delitos de droga, porte ilícito de arma de fuego, resistencia a la autoridad, robo y homicidio.

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La FAES informó que las personas de la comunidad de Piedras Verdes habían denunciado la presencia de delincuentes en la zona y por ello fueron hasta el sitio para hacer un “dispositivo de saturación”, como suelen denominar las razias policiales.

“Al ver a un hombre con actitud sospechosa le dieron la voz de alto e hizo caso omiso, sacó un arma e hizo frente a la comisión”, reza el parte policial. Para el supuesto enfrentamiento habría usado una pistola.

Dos cuerpos más en morgue

En la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda estaban los cadáveres de otras dos personas asesinadas por policías.

Camilo Andrés Flores Serrano, de 22 años de edad y según las FAES apodado “el Catire”, fue asesinado ese mismo viernes 7 febrero en el barrio El Triunfo, al noroeste de Barquisimeto. Hasta la mañana del domingo ninguna persona había reclamado los restos del joven.

El jueves 6 de febrero, en las adyacencias de las piscinas bolivarianas, al oeste de Barquisimeto, una comisión de la Brigada de Respuesta Inmediata (BRI) de la Policía Nacional Bolivariana mató a Yosmel Omar Rodríguez Pérez, de 28 años de edad.

Según la versión oficial, el hombre era conocido como “el Chupao”, tenía dos antecedentes por droga y supuestamente enfrentó a la comisión con un revólver. Sin embargo, extraoficialmente se conoció que Yosmel Omar fue sacado con vida de su residencia, ubicada en la parroquia Ana Soto al oeste de la ciudad, por lo cual se presume que fue ejecutado por funcionarios de la BRI.

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