Nuestras, Reportes

“Cuando llegó al hospital no tenía tres, sino siete disparos”

Luz Marina Romero, tía de Freddy Méndez, de 30 años de edad, denunció, junto a sus demás familiares, la presunta ejecución extrajudicial cometida por funcionarios del Cuerpos de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc)
Reporte Proiuris
Erick S. González

La mañana del 15 de mayo de 2019 Freddy Méndez Romero, de 30 años de edad,  se dirigía a su trabajo en el Hospital Oncológico Luis Razzetti, en Caracas. Iba en su motocicleta modelo Jaguar, color anaranjada, marca Bera. Se quedó accidentado cerca de una parada en el sector El Manicomio. Cuando su primo fue auxiliarlo, una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) los interceptó y sobrevino la tragedia.

Por el impacto de tres disparos (uno en una pierna, otro en un brazo y otro en el abdomen), Méndez cayó al piso. Casi tres horas después, los mismos funcionarios del Cicpc que le dispararon lo trasladaron al hospital  Dr. Jesús Yerena, en el Lídice. “Cuando llegó no tenía tres disparos, sino siete. También le dispararon en la cara y otras partes del cuerpo. Se ensañaron”, completó el relato Luz Marina Romero, tía de la víctima.

En el certificado de defunción se señala que Freddy Méndez falleció por “shock hipovolémico causado por el impacto de un proyectil”. No se especificó la parte del cuerpo donde ese (¿único?) proyectil habría impactado. Una vez más,  las muertes a manos de los funcionarios policiales quedarían registradas como “enfrentamientos”, como casos de “resistencia a la autoridad”.

También puedes leer: 100 Sentencias de Muerte 

“Cuando la comisión llegó al sitio, le preguntaron si era al que le decían Julián, un apodo de cariño que le teníamos en el barrio. Él asintió y enseguida comenzaron a golpearlo. Mi otro sobrino pudo huir, mientras escuchaba como le disparaban. Pudo ver como lo metían vivo en ese carro. Se llevaron la moto y las demás pertenencias de Freddy”, sostuvo Romero.

Ese mismo 15 de mayo, la tía fue a la sede del Cicpc en Parque Carabobo para buscar las posesiones de su sobrino. “Pregunté por el bolso que llevaba, su teléfono celular y la moto. Una funcionaria se desentendió y dejó entrever que también habrían intervenido funcionarios de las FAES -Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana. Me dijo: ‘No sabemos dónde está lo que usted busca señora, porque fue un procedimiento conjunto’”, detalló.

Los familiares recorrieron varias comandancias del Cicpc y de la Policía Nacional Bolivariana, pero no hallaron las pertenencias de la víctima. “Se robaron sus cosas, no les bastó con matarlo”, agregó Romero.

También puedes leer: Se iban del país y los mataron las FAES

Hace nueve meses, Méndez estuvo detenido en la comandancia de la PNB en San Agustín, como sospechoso de un homicidio. “A él lo soltaron, porque la persona que lo denunció retiró su acusación, porque se dio cuenta que mi sobrino era inocente. Sin embargo, continuaba bajo presentación cada 15 días, porque el caso todavía estaba en tribunales”, señaló.

Freddy Méndez  dejó huérfanos a dos adolescentes. “Queremos denunciar y lo vamos a hacer. La policía, sea FAES o del Cicpc, va a los barrios a matar gente no a protegerla”, dijo Romero.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.