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Día Internacional de la Mujer| I Evelyn Niño: “Cada vez hay más bebés desnutridos”

La pediatra y gastroenteróloga infantil ha dedicado su vida a promover la lactancia materna que, según explica, es la mejor opción para alimentar a los recién nacidos, sobre todo en el contexto de la emergencia humanitaria compleja

Reporte Proiuris                                 

María Yolanda García

Evelyn Niño combate la desnutrición con un alimento económico, accesible y poderoso: la leche materna. Sí, amamantar podría evitar que niños y niñas sufran las consecuencias de este flagelo que se ha ido incrementando en Venezuela como una de las más nefastas consecuencias de la emergencia humanitaria compleja. Cáritas de Venezuela ha determinado que 56,9% de los niños y niñas, tienen algún grado de desnutrición o están en peligro de tenerla.

Esta pediatra, gastroenteróloga infantil y especialista en lactancia materna, dirige el servicio Mi Gota de Leche en el Hospital J.M de Los Ríos. “Nos hemos dedicado a enseñar a las madres y a capacitar a personal. Es mi misión de vida”, relata.

La experta ve con preocupación el incremento de la desnutrición al comienzo de la vida de los venezolanos: “Cada vez hay más bebés desnutridos desnutridos. Son niños que quizás nacieron con un peso normal, pero que no reciben una alimentación adecuada y antes de los tres meses comienzan a sufrir los estragos de la desnutrición”, explica

“En muchos casos ingresan desnutridos al J.M. de los Ríos y los mandan al servicio para que los ayudemos. Hemos visto que algunas madres alimentan a sus hijos recién nacidos con agua de yuca, de arroz, o de papelón, y alegan que no pueden comprar fórmulas lácteas comerciales. Lo que no saben y debemos enseñarles es que lo mejor es la leche materna”, enfatiza la especialista.

En otros casos, continúa Niño, hay madres que interrumpen la lactancia materna porque ellas no se están alimentando bien y temen hacerle daño a sus hijos: “Eso es un mito. La madre, aun estando desnutrida, produce una leche rica en nutrientes”.

En el Hospital de Niños han sido varias las vicisitudes que ha tenido que sortear para continuar prestando servicio, entre ellas haberse mudado en seis oportunidades. “Mi Gota de Leche está en un sitio muy restringido. Inicialmente nos cambiaron de sede, al lado del Servicio Neonatal, porque había filtraciones de aguas servidas, cañerías. Nos iban a refaccionar el espacio en 2013 pero nunca se hizo. Nos fueron mudando a seis sitios diferentes, y ahora estamos en el laboratorio de Inmunología, en el piso 4, en un espacio muy pequeño”.

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Pero para Niño no hay obstáculos que le impidan continuar con su labor como profesional y como mujer luchadora y pertinaz convencida que, desde la educación, además de frenar la desnutrición, se puede sembrar la paz.

Se puede combatir la desnutrición con educación. Formar a la madre. Con la lactancia logras integrar a la familia. La paz no se decreta, la paz se hace y desde la lactancia la materna se siembra la solidaridad, fraternidad, se incorpora a toda la familia e incluso bajan los niveles de violencia intra familiar. Es educación en salud y educación para la vida” destaca Niño.

“Hemos logrado con las adolescentes que no salgan embarazadas nuevamente tan pronto. Ganas en salud, familia y ciudadanía. Haces hasta proyecto de vida”.

Mi Gota de leche atendió a  8.800 madres lactantes en 2018.  “En medio de la crisis alimentaria y el aumento de la desnutrición, es necesario promover y proteger la lactancia materna”, concluye.

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