La vulneración de los derechos humanos de los menores de edad ha aumentado drásticamente debido a las condiciones en que se desarrolla la minería en los estados del sur de Venezuela. Hay denuncias de trata de personas y violencia sexual, advirtió la ong
Erick S. González Caldea
La “fiebre del oro” acabó con los derechos de los niños, niñas y adolescentes en el estado Bolívar. El Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap) denunció que 45% de los trabajadores de las minas son menores de edad en situación de vulnerabilidad, de acuerdo con el informe «Peligros y vulneraciones de los derechos humanos de los NNA en la fronteras y actividades mineras», presentado este lunes 10 de diciembre de 2018.
Durante la conmemoración de la Declaración de los Derechos Humanos, Carlos Trappani, coordinador de Cecodap, y Albin Saraiba, psicólogo de la organización, destacaron que la emergencia humanitaria compleja en Venezuela ha obligado a muchos niños, niñas y adolescentes a abandonar sus estudios y actividades recreativas para ir a trabajar en las minas ilegales, controladas por los denominados sindicatos. Ello los ha expuesto a enfermedades y situaciones de violencia, incluso a formas de esclavitud moderna.
El fenómeno que denominaron “fiebre del oro en Bolívar” ha vulnerado el derecho de los niños y niñas y adolescentes al estudio, a la familia, a la salud y a la alimentación. El problema empeora porque en algunos casos los padres, maestros y allegados de estos muchachos también están involucrados en la minería ilegal.
Los expertos sostuvieron que muchos adolescentes son reclutados por los grupos armados. “Hay denuncias de que estos ‘sindicalistas’ también usan a los niños y niñas para la explotación sexual y trata de personas”, apuntó Sarabia, quien agregó que aproximadamente 200.000 personas se han desplazado hacia los pueblos del sur de Bolívar. “Esto aumenta drásticamente la deserción escolar, la cual aumenta porque muchos docentes también buscan trabajo en las minas del Callao y Tumeremo”, indicó.
Otro de los fenómenos que destacó Saraiba fue el apoyo de los grupos armados y pranes para mantener las infraestructuras de las escuelas, a cambio del silencio de la comunidad en relación con sus actividades ilícitas. “Acceder a la información de la situación de los derechos en la minas es muy complicada, puesto que muchas de las fuentes se sienten expuestas o tienen miedo a denunciar”, indicó Carlos Trappani.
En cuanto a la situación alimenticia en la zona, destacaron que cada día 4 niños mueren en el hospital Uyapar por causas asociadas a la desnutrición. Además, se estima que en el Callao hay 60 niños y niñas en situación de calle.
Situación en las fronteras
La migración forzada ha obligado a que uno de cada cuatro niños tenga que vivir con sus abuelos. Así lo explicó Carlos Trappani en la presentación del informe.
Sostuvo, sobre la base de 240 casos registrados en colaboración con Datanalisis, que 79% de los padres a dejan a sus hijos en el país, mayormente, al cuidado de sus abuelos.
55% de los niños dejados en el país, están al cuidado de sus abuelos
El psicólogo Abel Saraiba señaló que 31% de la población encuestada ha considerado irse del país. La investigación calcula que entre 2013 y 2018 han emigrado 4.225.517 venezolanos, lo que significa que 13,5% de la población se ha ido del país en los últimos cinco años.
