Nacionales, Reportes

A un año del asesinato de su hijo, David Vallenilla lucha contra la impunidad

A pesar de que hay pruebas que demuestran la responsabilidad del sargento Arli Cleiwi Méndez Terán por el asesinato del joven enfermero, el proceso está trabado. La audiencia preliminar se ha diferido  cuatro veces

Reporte Proiuris | @Proiuris_VE  | IG: @Proiuris | Facebook: @ProiurisVE
Arturo Guillén

David Vallenilla protestaba en la autopista Francisco Fajardo frente a la Base Aérea de La Carlota el 22 de junio de 2017, cuando un sargento de la aviación accionó su arma orgánica y le disparó causándole la muerte.

Desde ese momento David Vallenilla padre ha acudido a las instancias pertinentes pidiendo justicia por el asesinato del joven de 22 años de edad, quien  tenía solo días de haberse graduado de enfermero.  Luego de que el Fiscal General designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, informara que el sargento primero de la aviación, Arli Cleiwi Méndez Terán, sería imputado y detenido por el caso, la familia Vallenilla tuvo la esperanza de que la Dama Ciega haría su trabajo, pero a un año del episodio esto no ha ocurrido.

A pesar de que el sargento fue imputado y detenido en las instalaciones de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y que existen las pruebas para determinar la responsabilidad directa del funcionario castrense en la ejecución del crimen, el proceso judicial se ha visto interrumpido por diferimientos, retardos y situaciones que han impedido que la justicia se aplique de forma oportuna.

Los retardos

En principio las investigaciones estuvieron a cargo del fiscal 126°, Luis Dordelly, quien imputó al sargento primero Arli Cleiwi Méndez Terán por los delitos de homicidio calificado, ejecutado con alevosía y por motivos fútiles.

Sin motivo aparente, el 19 de octubre de 2017 Dordelly fue sustituido por los fiscales 80 ° nacionales y auxiliares, Elvis Rodríguez y Henry Sánchez, conjuntamente con la 126° auxiliar, Francis Rausseo.

“La sustitución fue extraña. El fiscal Dordelly tenía todas las pruebas necesarias del asesinato de mi hijo”, recuerda David José Vallenilla.

La audiencia preliminar se ha diferido en cuatro oportunidades. Este acto se realiza después de concluida la investigación preliminar pata analizar la acusación formalizada por la Fiscalía. Si el tribunal de control declara procedente la acusación fiscal, el proceso avanza a etapa de juicio.

La primera convocatoria a audiencia preliminar, pautada para el 24 de enero de 2018, fue diferida debido a que el juez 21 de Control, José Mascimino Márquez, no compareció “porque estaba en una comisión”, indicó Vallenilla.  Además, el padre de la víctima manifestó que ni el imputado ni su abogado se presentaron al lugar. “Tenían conocimiento de que no se daría la audiencia”, aseguró.

La segunda convocatoria también se frustró porque Méndez Terán no fue llevado hasta el tribunal. Cuando el padre del joven asesinado preguntó por qué el militar no fue trasladado, en el Tribunal de Control le indicaron que desconocían dónde estaba privado de libertad el sargento primero. “Llama muchísimo la atención que el Tribunal no supiera ni siquiera donde estaba detenido. Es responsabilidad de un juez tener conocimiento del lugar donde está el imputado. Esto genera ciertas dudas respecto a si de verdad está privado de libertad o no”, cuestionó.

El 16 de abril hubo un tercer diferimiento de la audiencia preliminar. En esta ocasión fue  aplazada porque el abogado de Méndez no se presentó. Para sorpresa de Vallenilla el defensor privado del imputado no acudió al tribunal  porque vive en Ciudad Bolívar y no pudo viajar en esa oportunidad hasta Caracas. En vista de la situación, Vallenilla intentó encontrar una solución para que el acto se realizara: “Le sugerí al juez que, ya que el imputado estaba ahí, le preguntara al sargento si aceptaba que se hiciera presente un defensor público para que le prestara asistencia jurídica. Y el caso es que el juez me respondió: ‘¿Usted está levantando el acta de diferimiento?’. Le respondí: Usted tiene la potestad de detenerla. Pero no tomó en cuenta la observación y eso denota que no hay intención de administrar justicia”.

Otro episodio que a Vallenilla le pareció irregular es que, a punto de  formalizar una denuncia por retardo procesal,  el juez Márquez le reclamó que  por qué informaba acerca del caso y los diferimientos a través de  las redes sociales. “Le incomoda que se sepa lo que ocurre”, apuntó.

El 11 de junio la audiencia fue diferida por cuarta vez. En esta oportunidad, al igual que la primera ocasión, porque el imputado no asistió ni tampoco su abogado.  El juez volvió a aproximarse a Vallenilla, asegura el padre del joven asesinado, para decirle: “¿Cómo es posible que su hijo se fuera a protestar y no a la universidad a estudiar?”

Aun hoy, Vallenilla se indigna cuando recuerda lo que le había dicho el juez Márquez: “Justificó que mataran a mi hijo”.

A un año del asesinato de David Vallenilla, el padre sigue luchando contra lo que considera impunidad. “En el país hay denegación de la justicia, retardo procesal, violación del principio de celeridad procesal, violación de la tutela judicial efectiva, entre otras transgresiones”, razonó.

Related Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.