La Encuesta de Condiciones de Vida de la Población Venezolana (Encovi) 2017 reveló que solo 80% de los venezolanos desayuna. Las carnes, hortalizas, lácteos y harina de maíz desaparecieron de la dieta. Tres de cada cuatro estudiantes no asiste a clases porque no tiene qué comer.
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Anyela Torres
Nueve de cada diez venezolanos no cuentan con los recursos económicos necesarios para comer tres veces al día, según se determinó a través de la Encuesta de Condiciones de Vida de la Población Venezolana (Encovi) del año 2017.
Este miércoles 21 de febrero se expusieron los resultados del estudio realizado por un equipo multidisciplinario, integrado por investigadores de la Universidad Central de Venezuela, Universidad Católica Andrés Bello y Universidad Simón Bolívar. Los académicos tratan de cubrir el vacío que existe desde hace seis años en la divulgación de estadísticas oficiales sobre indicadores socioeconómicos en Venezuela.
Respecto a la alimentación, Maria Elena Cuenca, nutricionista y representante de la Fundación Bengoa, informó que 90% de los encuestados considera que sus ingresos no son suficientes para comprar alimentos; 70,8% solo puede comprar lo estrictamente necesario; y 70% ha dejado de comprar alimentos saludables y balanceados por estatus económico.
Cuenca también precisó que en los últimos 3 meses de 2017, 63,2% de los adultos aseguran haber recortado o saltado las comidas diarias; 80% dice comer menos por insolvencia económica; 78% alega no comer bien por escasez de alimentos; y 61% se acuesta con hambre por no tener dinero suficiente.
A causa de estas deficiencias nutricionales, señala Cuenca, los venezolanos han perdido en promedio de 10 a 11 kilos de peso. Precisó que las personas que perdieron 11 kilos son las que se acuestan con hambre; no obstante, la población que afirmaba tener los recursos suficientes para alimentarse evidenció una pérdida de 10 kilos.
Según Encovi solo 80% de los venezolanos desayuna y las meriendas desaparecieron casi por completo de los menús diarios. “Pero vale la pena preguntarse qué comen estas personas. La tendencia más común es arroz, harinas y tubérculos; lo que representa una dieta anémica”.
Sobre otras restricciones, la nutricionista de Bengoa agregó que actualmente las carnes, hortalizas, lácteos y harina de maíz están ausentes de los platos de comida. Los productos conocidos como bebida láctea o los distribuidos por el gobierno no contienen la calidad nutricional apropiada.
“La mayoría de las harinas que viene en los CLAP no contienen los nutrientes necesarios a los que los venezolanos estaban acostumbrados a ingerir. Hay dificultad de consumo de hortalizas a pesar de que el año pasado (2016) era la tendencia alimentaria de sustitución más común. En los últimos dos años lo que más come la gente el arroz con yuca.”, expresó Maria Elena Cuenca.
CLAP
Respecto a los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), la socióloga María Gabriela Ponce informó que hay más de 13 millones de personas que reciben alimentos de este programa gubernamental. Apunta además que en 3 de cada 4 hogares hay algún integrante que tiene el carnet de la patria. “El venezolano entendió que el carnet le permite recibir beneficios; no lo hace por vinculación a algún partido del gobierno”, aclaró Ponce.
Señaló que 92% de familias que tienen el carnet aseguran recibir el CLAP, mientras que de 75% que no lo tiene niega recibir la comida subsidiada. Acotó que en 31% de hogares en el interior reciben la caja CLAP mensualmente. En Caracas, 54% de los encuestados dijo que la entrega es mensual y 24% cada 2 meses.
Educación
Anitza Freitez, geógrafa e investigadora, alertó que en Venezuela tres de cada cuatro estudiantes no asisten a clases porque no tiene qué comer. Esta es una población comprendida entre 3 y 17 años de edad.
Aclaró que la población que debería recibir educación (3 a 24 años de edad) es de 12 millones 734 mil personas, de las cuales solo 9 millones asiste a un recinto educativo. Esto representa una caída del 7% desde 2014.
Un tercio de los niños y adolescentes (entre 3 y 17 años de edad) del país no va a la escuela. Los que tienen entre 6 a 11 años sí están escolarizados, pero su asistencia a la escuela es irregular por razones alimentarias, económicas o huelgas de docentes. Actualmente hay 2 millones 546 mil jóvenes entre 18 y 24 años de edad excluidos del sistema educativo. De la muestra tomada para esta encuesta solo hay 426 mil graduados y 2 millones 130 mil están sin títulos académicos.
