El hecho ocurrió a las 10:00 de la mañana en el barrio Sisipa de El Hatillo. Funcionarios aseguraron que hubo un enfrentamiento dentro de su residencia. La policía asegura que el joven era miembro de una banda hamponil
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Erick S. González Caldea
Familiares de Gregody Andrián Mijares Serpa, de 17 años de edad, quien murió luego de un presunto enfrentamiento con miembros de la Policía Municipal de El Hatillo y del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, rechazaron tal afirmación y aseguran que los funcionarios lo asesinaron. “Los policías llegaron, lo mataron y luego se disculparon”, indicó Meiby Alcántara, prima del joven.
De acuerdo a la versión de Alcántara, el jueves 11 de enero las 10:00 de la mañana el joven dormía en su residencia, ubicada en el sector Bucarito del Barrio Sisipa, zona rural de El Hatillo, cuando llegó un grupo de funcionarios poliHatillo y el Cicpc. Los policías ingresaron a la residencia forzando la puerta, una vez dentro se escucharon disparos.
“Todo pasó en cuestión de minutos. Había estado en casa de Gregori minutos antes para llevarle desayuno, pero salí hasta la carretera principal del sector. Vi cuando la policía llegaba. Me asuste porque vivo cerca y había dejado a mis dos hijos solos. Me devolví. Regresé a la calle y vi que los oficiales estaban en casa de mi primo”, contó Alcántara.
Relató que los efectivos municipales, adscritos al servicio de inteligencia, no la dejaron pasar hasta el hogar del joven. Aseguró que escuchó varios disparos dentro de la vivienda. “Ellos violentaron la puerta de la casa con una pata de cabra. No tenían ni orden judicial. Solo me dijeron que Gregori era buscado por un robo”, relató.
Señaló que su tía, la mamá de Gregody, llegó aproximadamente a las 11:00 de la mañana y minutos después sacaron el cadáver del joven. No les permitieron ingresar a la vivienda hasta las 4:00 de la tarde. Meiby señaló: “Vimos cómo se llevaron a mi primo muerto envuelto en la sabana que tenía en su cuarto”.
“Él era un muchacho sano. Trabajaba como albañil en una constructora junto a su mamá. Además, continuaba con sus estudios de bachillerato en un parasistema del centro de Caracas”, explicó.
“Ellos no pueden actuar así. Si mi primo hubiera cometido algún delito lo correcto habría sido llevárselo detenido, no matarlo. Vamos a denunciarlos”, aseguró.
Manifestó que los oficiales reconocieron su error, luego de hacer las averiguaciones. “Ellos pidieron disculpas, dijeron que se dieron cuenta que él no era al que buscaban. Que descaró”, lamentó Alcantará.
Supuesto delincuente
El Cicpc asegura que Gregody Mejias era uno de los miembros de la banda “Los Plateado de los Bucaritos”, supuestamente identificado por el seudonimo «baby». Según la reseña policial, después del enfrentamiento fue incautado una pistola marca Walter Ppk, calibre 7.65 mm, dos balas y cuatro conchas. Además, presuntamente, el adolescente tenía registros policiales por el delito de robo.
