La ayuda se tramitaría a través de los fondos de la Organización Panamericana de la Salud y permitiría la provisión de medicinas e insumos para el diagnóstico y tratamiento de muchas enfermedades. Pero es imprescindible la autorización del gobierno, recordó el presidente de Codevida, Francisco Valencia.
REPORTE PROIURIS
DAVID MATOS
El gobierno venezolano debe permitir la creación de una comisión interdisciplinaria que evalúe propuestas de cooperación internacional en materia de salud y nutrición. Así lo afirmó Francisco Valencia, presidente de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida).
Los mecanismos para la cooperación internacional están claros y solo se requiere la autorización gubernamental para activar los fondos de Emergencia, Estratégico y Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Valencia aseguró que a través de dichos fondos se pueden proveer medicinas e insumos para el diagnóstico y tratamiento de un amplio número de enfermedades transmisibles y no transmisibles.
La cooperación internacional sería coordinada por la OPS y participarían representantes del gobierno y de la sociedad civil, así como del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“Los mecanismos de la OPS son de bajo costo y podrían aliviar la situación de desabastecimiento de medicinas y alimentos. Decimos aliviar porque debemos entender que los gobiernos no pueden depender de la cooperación internacional para siempre”, asevera.
La ayuda humanitaria puede extenderse entre seis meses y un año, según Valencia. A la par, el gobierno tendría que avanzar en la producción nacional de medicamentos y los acuerdos internacionales que sean necesarios para la provisión de materias primas y asistencia tecnológica.
“Esperamos hasta el 11 de enero para que el gobierno nacional permita la creación de este grupo interdisciplinario. De no ser así, sería responsable de una situación que seguramente empeorará las condiciones de vida de personas con dolencia crónicas en el país”, aseguró.
“El tema de la emergencia humanitaria debe ser reconocido de una vez por todas por los representantes del Estado y comenzar a trabajarse independientemente de lapsos de la mesa de diálogo. En este momento, los venezolanos están muriendo por la falta de medicamentos”, advirtió.
A modo de ejemplo, el activista refirió que cinco personas trasplantadas han muerto en Venezuela por la falta de inmunosupresores y otras veinte presentan rechazo del órgano que les fue trasplantado. Los registros de Codevida corresponden a 2017 y constituyen, para Valencia, una cifra alarmante: “En el país no se habían registrado muertes por la escasez de medicamentos para trasplantados”.
Valencia considera que el panorama en materia de salud en Venezuela será devastador si el gobierno no toma las medidas necesarias para paliar la crisis. “Estamos frente un escenario de guerra sin estarlo. Es momento que los venezolanos en vez de vender medicamentos, los donen a sus pares”, aseveró.
Escasez.
Un recorrido de Proiuris por 11 farmacias del Área Metropolitana de Caracas permitió corroborar la ausencia de antibióticos y medicamentos para la hipertensión, asma crónica, diabetes y ciertos tipos de cáncer. Dos de los establecimientos contaban con nifedipina, un medicamento para tratar la hipertensión arterial, entre 84.000 y 104.000 bolívares en sus presentaciones de 30 y 60 miligramos respectivamente; y sola una contaba con Amoxicilina, un antibiótico utilizado para tratar infecciones en los oídos, pulmones, senos, piel y vías urinarias.
En el bulevar de Sabana Grande, vendedores informales vendían medicamentos como acetaminofén y soluciones oftalmológicas.
A finales del primer trimestre de 2018 se espera que organizaciones por el derecho a la salud publiquen un registro de alcance nacional con el número de muertes relacionadas con la escasez de medicamentos y atención médica en Venezuela.